La llegada del Partido Popular al Gobierno de España ha supuesto una bocanada de aire fresco tras ocho años de incapacidad del partido socialista. El nuevo Ejecutivo ha afrontado desde la responsabilidad la herencia recibida al elaborar y aprobar en apenas cinco meses el mayor conjunto de medidas de los últimos ocho años. Entre ellas, el Plan de Pago a Proveedores aprobado en sesión plenaria la pasada semana que equilibrará las cuentas tanto del Ayuntamiento como de sus proveedores al permitir el acceso de los primeros a créditos de bajo interés con el que hacer frente a las deudas contraídas en los últimos años.

Deudas contraídas como consecuencia directa de la disminución en los ingresos propios así como, en los ingresos provenientes de las transferencias comprometidas por el anterior Gobierno. Una disminución que no solo ha afectado al Ayuntamiento de Ceuta sino a todos los ayuntamientos españoles de los cuales 2305 han podido acceder a dicho Plan tras cumplir con los requisitos establecidos mientras 315 han sido rechazados. Es importante señalar que no todas las entidades locales han podido acceder a un programa que exige solvencia y transparencia en las cuentas públicas.

Pese a las duras críticas vertidas desde las formaciones políticas en la oposición el Ayuntamiento de Ceuta ha podido acceder a un Plan que le facilitará atender en un menor espacio de tiempo el pago a proveedores a través de un crédito de bajo interés que favorecerá, sin ninguna duda, tanto la subsistencia de un gran número de empresas ceutíes como la continuidad de futuras inversiones. Por todo ello, el voto negativo de la Coalición Caballas a la aprobación de esta iniciativa supone un voto en contra de esta formación política hacia la sociedad ceutí en su conjunto.

Es momento de recordar actuaciones tan relevantes como la construcción del Campus Universitario, del Complejo Cultural del Revellín, del Complejo Deportivo Guillermo Molina, del Centro Ecuestre Ciudad de Ceuta, del Polifuncional del Príncipe Felipe, de un importante número de viviendas protegidas, del Parque Urbano Juan Carlos I o de los aparcamientos subterráneos repartidos por diferentes zonas de la ciudad. Y por supuesto, es momento de recordar las infraestructuras que posibilitan las 24 horas de agua o las innumerables obras de rehabilitación, adecentamiento y mejoras en todas las barriadas de la ciudad que han beneficiado ostensiblemente nuestra calidad de vida. En definitiva, todos ellos recursos públicos invertidos por y para el ciudadano.