- Los Señores no cambian, sus conquistas tampoco... Solo mutan de nombres y de métodos. La piel y los objetivos son los mismos de siempre: acumular Poder para perpetuarse en él, ese Poder en estado puro capaz de decidir sobre el bien y el mal ajeno, es decir sobre el presente y futuro suyo y mío.

Sin embargo, intentando siempre no pasar por paranoico, se tiene la cautela de no evidenciar teorías que podrían pasar por 'conspiraciones' en evitación de la consabida etiqueta de iluminado 'quince-emero'.

Pero, lo evidentemente tozudo nos acaba arrollando, de forma inmisericorde, a las áridas playas de la cruda y dura realidad despejando dudas y dejando las cosas claras, a saber: ellos mandan y nosotros pagamos como, cuando y cuanto quieren los Señores. Así pues, queda poco margen para la duda, concretamente ninguno.

¿Exageraciones paranoides? Quizás, pero entonces por qué los presidentes de los cinco bancos más importantes de los EE.UU y Reino Unido o sea del mundo (concretamente HSBC, Chase, Bank of América, Citibank y Goldman Sachs) se reúnen de forma periódica en un despacho de Mahattan para determinar donde se encuentra el 'tarjet' del momento? El tema es tan descarado ya que hasta los medios se han hecho eco de estas reuniones, probablemente filtrado para hacer aún más imponente la capacidad de este verdadero grupo de decisión.

Está muy claro, ahora en lugar de citarse en torneo de justas para derribar a los más débiles, los nuevos señores se congregan en mullidos sillones para, computadora en mano, reordenar el mundo cada 5 minutos, siempre al antojo de sus indecentes ganancias.

El intríngulis de la cuestión reside en el hecho de que a cada vuelta de tuerca que estos buitres fuerzan, usted y yo tenemos que pagar más por nuestra hipoteca, tener menos servicios (sanidad, educación etc) y, encima., agradecer que nos dejen respirar... Y ya verán, a poco que pase, que nos cobrarán un impuesto por utilizar aire para vivir, y si no al tiempo.

Los nuevos Señores, mediante un complicado sistema de compra y venta de activos financieros son capaces de poner de rodillas y hasta destruir, en horas, a todo un país con el único fin de tener más ganancias pero, por encima de todo, más y más Poder.

Así, se está alcanzando una suerte de reconcentración del Poder en un núcleo de una densidad tal que lo hace todopoderoso e intocable. Caminamos inexorablemente (¿o estamos ya?) hacia una suerte de caudillaje en el que estos Nuevos Señores deciden sobre el bien y el mal, pero sin jamás mancharse las manos, algo que hacen por ellos los famosos 'chicos de los recados'; para algo son los que pagan, y ya se sabe, el que paga exige. En fin, nada nuevo: ya lo dice uno de los eslóganes de los utópicos del 15-M, los problemas siempre vienen en limusina, nunca en patera. Demoledor por evidente.

Este nuevo escenario de implosión del Poder puede tener consecuencias imprevisibles. Caminamos de nuevo hacia la medieval época oscurantista en el que el señor feudal tenía derecho de vida y de muerte sobre sus vasallos. Ahora, en lugar de descuartizarnos nos mandan al paro haciendo que el yugo les haga más y más temidos. O aceptas el vasallaje de forma absoluta e incondicional o sobre ti cae la ira de los Señores, ¿les suena de algo?

La gran pregunta es ¿por qué aceptamos esto? Como dice mi mañica preferida, “tan sólo” se trata de perderle el miedo al miedo y de comprender que ellos, por muy Señores que sean, no son nada sin nosotros... Absolutamente nada, otra cosa es que nos lo creamos.

Ojalá aquí, Al Sur del Edén, amanezca pronto y, de una vez por todas, seamos capaces de ver la Luz… pero mientras llega eso, la raza de los Señores dicta implacablemente la Ley, o sea SU Ley y todos a obedecer sin más. Es increíble lo que somos capaces de tragar sin apenas rechistar, y ellos lo saben. De puta pena, pero es lo que hay.