El día de la marmota

Las calles están absolutamente desiertas. Llego a los estudios a eso de las siete de la mañana, -ya están puestas las calles- y más que de empezar con la retahíla típica de "escuchan Onda Cero Ceuta a través del 101.4 de la FM y www.ondacero.es, buenos dias, el tiempo para hoy...", me pide el cuerpo preguntar si, aparte de un par de taxistas, algún barrendero y dos o tres insomnes, hay alguien más al otro lado del receptor. Salgo a desayunar y encuentro sólo una cafetería abierta, con menos ambiente que un congreso del CDS.

Los quinielistas del lunes

Definitivamente, matar en España resulta barato. Muy barato cuando alguien que se lleva por delante la vida de veinticinco personas ni siquiera purga un año por cada cadáver y luego puede ir a vivir a su casa, en la misma barriada en la que viven algunas de las personas cuya vida se convirtió en tragedia en cuanto el innombrable se cruzó por su camino. En la antigua Rumanía, hubo un fulano que disfrutaba decorando su jardín con sus víctimas empaladas. Se llamaba Vlad Tepes, y la leyenda le convirtió en el Conde Drácula.

Yo ya he firmado ¿y usted?

Tras la vorágine futbolística en la que todos hemos vivido los últimos días, toca ahora guardar el triunfo de La Roja en el baúl de los mejores recuerdos colectivos. Talado el árbol de la Eurocopa, el panorama del bosque no es desolador, pero tampoco tranquiliza mucho.

Divorciada y nieta de un taxista. ¿Y?

Tanto decir durante tantos años, querido Jaime Peñafiel, que la Familia Real es una familia "como todas", que la Reina es una madre "como cualquiera", que los reyes disfrutan de sus vacaciones "como unos españoles más", y se me descuelga ahora con lo de la nieta del taxista.

Estepona

La primera vez que visité Estepona fue allá por el año 2000. Lo hice en compañía de unos amigos, en esa época en que, apenas superada la veintena de años, no importaba la incomodidad de hacinarnos ocho o nueve en un piso en un caluroso agosto, si aquello nos permitía pegarnos un garbeo por una costa de agosto que era un mito, por aquello de la noche, las guiris y demás.

Girona-Ceuta: Pues al final fue que no

Esto de ser seguidor del Ceuta, además de bético, y de la selección, tiene una cosa buena y otra mala. La mala que no ganamos nada ni aunque sea a tiro limpio. La buena: relativizas la decepción, te acostumbras a ella y las contadísimas alegrías que te llevas en esto del fútbol las sueles disfrutar con intensidad, por aquello de que, para una vez que suena la flauta, no vamos a preguntarnos si es o no por casualidad.

El lenguaje y los políticos

La desafortunadísima -y miren que lo siento, por aquello de compartir año de nacimiento con ella- intervención de Bibiana Aido ante el Congreso de los Diputados ha reabierto el que para mí es un interesantísimo debate: el de los políticos y el idioma.

Bibiana y el idioma

Soy de los que piensan que, en política, muchas veces son más importantes las formas que los fondos. El fondo es la sustancia, más la forma anuncia el talante, el modo en el que se piensa llevar a cabo. Ejemplo: de la visita de Kennedy al Berlín de la postguerra sólo queda una frase: Yo soy un berlinés. Del resto de lo que hiciera JFK, nadie tiene ni puñetera idea.

Este año sí

No me gusta jugar a adivino, y menos dejándolo por escrito por aquello de que queda constancia, pero este año si. Este año estaremos en Segunda A. Escribo esto 24 horas antes del Ceuta-Girona, partido que puede suponer el primer paso -nos quedan dos- para que el Ceuta pase a jugar en la División de Plata.

Salvemos Ibarrola

No me parece mal, de entrada, que Delegación del Gobierno y Ciudad Autónoma se sienten de una vez a firmar un documento con los terrenos que a cada parte le interesa de la otra. Si se hace con acierto, creo que es una medida correcta, puesto que pasaríamos de la patadita en la espinilla y allá donde la cintura pierde su casto nombre a una verdadera colaboración institucional. Pero hay algo que, como ceutí cuyas raíces están en el barrio de las Latas -si, viví en una barraca ¿y?- no me entra en la cabeza. Y no será por falta de tamaño, por cierto. Me refiero a que se desperdicie un solar como el de Ibarrola en una Jefatura Superior de Policía.

Bienvenido al club del sida

Una bella ciudad costera sudamericana. Una alta personalidad española. Una joven atractiva, de esas que harían perder la cabeza al más frío de los varones. Un par de copas y una noche de sexo en un hotel junto al mar. Cuando nuestro hombre se despierta al día siguiente, su amante de una noche ha desaparecido. El único rastro es una escalofriante frase escrita con barra de labios en el espejo: bienvenido al club del Sida.

Dios y los inmigrantes

Leo en la edición digital del diario El Faro de Ceuta la curiosa historia de Matheo y Nattaniel . Son dos chicos, a los que les calculo mi edad -30- aproximadamente y a los que les tocó nacer en Somalia, salir huyendo de su país por una de tantas guerras olvidadas y aguardar varios meses ocultos en bosques cercanos a Ceuta para tratar de dar el salto al clavo ardiendo que supone alcanzar el pico europeo del continente negro.

Primarias, ¿por qué no?

Oigo a Juan Pablo Colmenarejo entrevistar al presidente del PP en el distrito de Salamanca. De este hombre, Iñigo Henríquez, no he escuchado hablar nunca, pero qué quieren qué les diga, me convence.

Barça-Manchester: espadas en alto

Están llamados a marcar una época. El poker de ases inglés -Manchester, Arsenal, Liverpool y Chelsea- amenaza con reeditar, en estos días, la dictadura que a finales de los 70 impusieron el eterno Liverpool, en compañía entonces del Aston Villa y del entrañable Nottingham Forest.

Odio llevar razón

No siempre, pero si en ocasiones, llevar razón es odioso. Y el caso que ocupa portadas y llena rios de tinta en los últimos días, es de los que uno pronostica con la muletilla de "ojalá me equivoque". Me refiero, obviamente, al de la reducción de efectivos de Defensa en Ceuta.

Luis Aragonés o lo más parecido

Luis Aragonés dejará, si o si, de ser seleccionador nacional de fútbol a la conclusión del próximo europeo. O debiera hacerlo. En verdad debió dejarlo hace un par de años, porque pese a que las palabras se las lleve el viento, su bravuconada de doble o nada, de semifinales o la calle, quedó escrita. Luis puso la pistola sobre la mesa, pero previamente se había encargado de que la bala fuera de plastilina. En la Federación Española de Furgol, rara vez se es coherente. El caso es que Luis debiera hacer las maletas, pero si debiera continuarse con su trabajo. A saber: ha conseguido clasificar a España para un Mundial y una Eurocopa. En la primera gran cita, nos dieron matarile rápido, y en esta tiene toda la pinta. Más o menos lo de siempre, con las honrosas excepciones de Villalonga y Muñoz .

Juan Carlos I vive

Recuerdo una anécdota de hace casi nueve años. El 23 de julio de 1999, un teletipo nos obligó a cambiar de arriba abajo la configuración del diario El Pueblo de Ceuta. Hassan II , Rey de Marruecos, había fallecido. Inmediatamente, empezó a ponerse en marcha una improvisada maquinaria para reconducir la edición en mitad de la tarde: reacciones, análisis, columnas de opinión, etc. Recuerdo, además, una anécdota entre dos compañeros de trabajo. Uno de ellos, cristiano, preguntó con socarronería al otro, musulmán, si lamentaba la muerte de "su" Rey. La respuesta fue tajante y descolocó al malévolo interrogador: "Mi Rey no ha muerto. Juan Carlos I vive".

El dinero por castigo

Hace tiempo que me propuse dejar de opinar sobre temas religiosos y sobre el Vaticano. Primero por un concepto casi sacralizado de respeto a la libertad individual -y, por tanto, religiosa- de mis escasos y posibles lectores. Y segundo porque debo ser el único ser humano que conozco que no echa de más a Benedicto XVI.

Apuntes postelectorales

Tras que todo el mundo se centrara exclusivamente en los datos más importantes, como son el quién y el por cuanto, toca ahora analizar los datos con más sosiego. Y el primero de ellos es que Zapatero, pese a una victoria sin paliativos, no tiene muchos motivos para la relajación.