Hércules 100m
Estaba yo compartiendo menú del día y mantel de papel con unos compadres en el Sindi Bar (sé que en estos casos luce más el hall del Tryp, pero aún me queda conciencia de clase) y, sin saber muy bien cómo (quizá por los vapores del vino con gaseosa) la conversación derivó en la búsqueda de una idea genial que pusiese a Ceuta en el mapamundi. He de precisar, para los amantes del etnocentrismo que censuran la valoración del foráneo por defecto, que al calor de aquel almuerzo estaban un caballa de Hadú, Carlos Verdugo; un gaditano de Barbate, Kike Roldán, y un servidor de ustedes-vosotros, del mismo Bilbao. En un momento del disparatado debate nos acordamos de los dos Hércules de Ginés Serrán Pagán y los tres coincidimos en la frustración general ante aquellos diminutos Hércules gigantes. La idea original era buena, muy buena, apropiarse de un mito griego universal, pero Serrán Pagán pecó de timorato.