Deadly Inheritance

Hoy voy a traicionar el espíritu de esta modesta columna y no les voy a hablar de ninguna anécdota o curiosidad relacionada con la lengua inglesa. Hoy les voy a hablar de un proyecto del que me siento tremendamente orgulloso. Este proyecto se llama Deadly Inheritance. ¿Qué es Deadly Inheritance?. Es un mediometraje que han escrito y protagonizado mis alumnos de 2º de Bachillerato que durante este año académico han cursado la asignatura optativa de nueva creación Comunicación Oral en Lengua Extranjera. Como habrán adivinado, se trata de una asignatura eminentemente práctica y que además abarca un amplio espectro, ya que la comunicación oral pude ser debatir sobre un tema, hacer una presentación o, como ha sido el caso, escribir e interpretar una película.

Senafei

Cuando se aprende una lengua extranjera, una parte importante de este aprendizaje consiste en hablarla y la mejor manera para conseguir una pronunciación aceptable es oir mucho e intentar imitar los sonidos. A mucha gente le incomoda hablar una lengua extranjera por ese extraño temor que tenemos los españoles de hacer el ridículo cuando hablamos otra lengua. Sin embargo, la mejor manera de avanzar es perder esa vergüenza y lanzarse a hablar. Como les suelo decir a mis alumnos, hablar es como andar: las primeras veces te caes, luego das pasitos pequeños, luego andas bien y finalmente corres, pero lo importante es practicarlo. Personalmente considero un logro que chavales que empiezan el curso diciendo “ji” lo acaben diciendo “he”, o que olviden la famosa “e” inicial de palabras como por ejemplo, stop que mucha gente pronuncia estop. Pues bien, todos esos pequeños fallos de pronunciación se pueden corregir con el tiempo y la práctica.

La embarazada avergonzada

Algunas veces he comentado en esta misma página que el poco conocimiento de una lengua puede dar lugar a equívocos cuanto menos curiosos. Es cierto que aprender un idioma no sólo se limita a la gramática, sino que también hay que hacer práctica oral y auditiva y saber vocabulario. De poco sirve saber como se construye una frase en cualquier lengua extranjera si no sabemos qué palabra es sujeto o cuál es el verbo. Y es en este campo, el del vocabulario, donde se producen las meteduras de pata más sonadas, sobre todo cuando intentamos improvisar pensando que la palabra que estamos diciendo, por su similitud con nuestra lengua, significa lo mismo.

El correo caracol

Es indudable que el inglés es una lengua que posee una gran capacidad para crear nuevos vocablos, especialmente en lo referente a las nuevas tecnologías e internet. Muchas de las palabras nuevas que han surgido en esta lengua provienen de la necesidad de nombrar términos que antes no existían, como por ejemplo, el ratón del ordenador, que se nombró así por la similitud con dicho animal. Otro caso es el de las palabras a las que se les ha añadido una e, verbigracia, e-commerce, e-learning o la archiconocida e-mail. La e procede de la palabra electronic, con lo que, cada vez que vemos o usamos uno de estos vocablos, nos estamos refiriendo a su correspondiente uso cibernético.

Freir impuestos

Esta semana lo he tenido fácil a la hora de preparar el artículo. Lo cierto es que tenía preparado otro distinto al que van a leer hoy, pero me llamó tanto la atención lo que he visto esta mañana en la prensa local que me he dicho: “me lo han puesto en bandeja”. Así que lo siento, no puedo resistirme a comentarlo, dejando claro, como suelo hacer para evitar herir a nadie, que mi única intención en esta columna es comentar aquellos aspectos de la lengua inglesa que resultan anecdóticos, curiosos o chocantes. Por tanto, que nadie se moleste sobre mi comentario de hoy y si es así, pido disculpas por anticipado.

OK

Poca es la gente que conozco que no haya usado esta conocida expresión alguna vez en su vida para expresar que todo va bien, que uno está de acuerdo con algo, o simplemente para, en el caso de la comunicación via mensajes de móvil, indicar que el mensaje ha sido recibido. Pero, ¿saben ustedes de dónde proviene la expresión?. Lo cierto es que, hasta donde yo sé, tiene un origen incierto, ya que existen varias teorías sobre su procedencia. Recuerdo que durante mis estudios universitarios el profesor de Historia de la Lengua Inglesa nos contó algunas de estas hipótesis que hoy me apetece compartir con ustedes.

Sobre cerdos y otros animales

A menudo recuerdo una asignatura que cursé durante la carrera, Historia de la Lengua Inglesa. He de confesar que dicha asignatura ha sido la que, 20 años después de terminar mis estudios universitarios, me ha inspirado en cierto modo para escribir esta columna, no desde el punto de vista del rigor científico de la lengua, sino desde lo que yo llamo –permítanme el neologismo – intralengua, es decir, lo que está ahí pero no se ve, lo que dota al lenguaje de una belleza extraordinaria y lo convierte en algo más que una simple herramienta de comunicación. Recuerdo que esa asignatura me gustaba sobre todo porque estaba cargada de curiosidades como las que les suelo contar. Y una de esas curiosidades es la que les voy a regalar hoy. Esta está relacionada con la razón por la que algunos animales tienen una doble denominación en inglés.

Patatas y fútbol

A pesar de lo sugerente que pueda resultar el título del artículo de esta semana, hoy no les voy a hablar de algo que a la mayoría de la gente le resulta familiar: un domingo de fútbol con patatas fritas y lo que se tercie. Hoy les voy a contar algo sobre las variedades del inglés, concretamente la británica y la norteamericana.

El significado de @

Hace un tiempo me preguntó un alumno cómo se decía arroba en inglés, en referencia al símbolo tipográfico que se incluye en las direcciones de correo electrónico. Yo le contesté que en inglés se dice “at sign.” Aquella pregunta me llevó a divagar un poco en clase y contarles a los alumnos algo sobre dicho símbolo que hoy me gustaría compartir con ustedes.

Acuérdese de lo que compró

En alguna ocasión he comentado que el desconocimiento de una lengua da lugar a cometer errores que, en algunos casos, cambian el significado del mensaje a transmitir. Desde aquí intento ser modesto notario de algunos de esos errores con la sana intención de que, quien los comete, rectifique y aprenda a hacerlo bien. En ningún caso critico ese uso equivocado de la lengua porque entiendo que no todo el mundo tiene capacidad u oportunidad de aprender idiomas, (aunque sigo pensando que en el colegio e instituto se puede aprender bastante si se ponen los medios y que cuando alguien confecciona un cartel o anuncio destinado a gente de habla inglesa, debería, al menos, consultar a un nativo o experto para ver el grado de corrección de lo escrito).

El lío del 2010

Ahora que ha comenzado un nuevo año, me parece un momento propicio para retomar mis artículos sobre anécdotas y curiosidades ligadas a la lengua inglesa, o como yo digo “empezar la segunda temporada”. Y qué mejor comienzo que hablar del año que nos toca vivir o para ser más exacto, de la nominación del año en inglés. Me explico:

Diferencias similares

Resulta interesante el hecho de que, cuando uno está aprendiendo una lengua, la primera curiosidad surge a nivel de vocabulario. En cuanto aprendemos a hacer una frase, lo siguiente que nos preguntamos es “¿cómo se dice…?”. Como el ser humano es como es, lo primero que buscamos son las llamadas palabrotas (four-letter words en inglés), y luego ya vamos incorporando palabras cotidianas relacionadas con la comida, bebida, actividades, etc, y así hasta que tenemos un vocabulario básico con el que desenvolvernos con cierta soltura.

La leyenda de Percival Forrester

Como cada tarde, al caer el sol, Percival Forrester se acercaba a la taberna del barrio, observaba el reloj de la fachada y acto seguido corría calle abajo, gritando a los vecinos la hora : “Five of the clock and all is well!”. Corría el mes de Marzo de 1798 y Percival llevaba repitiendo ese ritual desde Julio de 1797, cuando el Primer Ministro William Pitt tuvo la brillante idea de crear un impuesto sobre todo tipo de relojes, tanto de pared (clocks), como de otro tipo (watches). El resultado fue que se cobraban al año cinco chelines por un reloj de pared, diez por relojes de oro y dos chelines con seis peniques por un reloj de plata o cualquier otro tipo de reloj o aparato de medir el tiempo. Los cobradores de impuestos debían de hacer una lista de todos los hogares con relojes. La consecuencia fue que la gente dejó de comprar relojes y escondían o se deshacían de los que poseían. Aquello, lógicamente, afectó también a los fabricantes, que acabaron sin empleo. Esta iniciativa tenía sus excepciones: edificios públicos, el Parlamento y locales tipo tabernas, que exhibían orgullosamente sus relojes en la fachada. Así pues, el pueblo llano, desprovisto de relojes, tenía que recurrir a los relojes públicos conocidos como Act of Parliament clocks o a personas que, como Percival Forrester, recorrían las calles cada hora para informar a sus vecinos.

El inglés neutral

En más de una ocasión he comentado que una de los aspectos me más me agradan del inglés es su carácter práctico. Es una lengua que no se corta a la hora de coger un sustantivo como pocket (bolsillo) y convertirlo en verbo to pocket (meterse algo en el bolsillo). Pero no es de eso de lo que les voy a hablar hoy. Hoy me voy a centrar en otro aspecto práctico del inglés: el uso de nombres colectivos y su género.

Ohúcarahá!

La forma en que una persona pronuncia palabras en otra lengua que no es la suya supone una importante fuente de anécdotas. Son muchas las veces que por una mala pronunciación cambiamos sin querer el significado de una palabra creando confusiones a veces embarazosas, como es el caso de la palabra sheet (hoja o sábana) pronunciada como shit (mierda, con perdón). Como es lógico, esta confusión no se limita solamente a hispanohablantes hablando en inglés, sino que también ocurre lo contrario. Pero, ¿qué ocurre cuando un angloparlante intenta hablar en español pero con acento de una tercera lengua?. El resultado puede ser tan hilarante como el que tuve la suerte de presenciar hace años.

Waco, Virginia

Antes de que alguien se me tire a la yugular para decirme que Waco no está en Virginia, sino en Texas, les diré que no me he equivocado. En realidad, el título hace alusión a una anécdota que me sucedió en Virginia. Procedo con el relato:

Los invitados de Hannibal Lecter

Uno de los aspectos que más me gustan de dar clase de inglés es la posibilidad de usar ejemplos de todo tipo cuando se trata de ilustrar un punto gramatical concreto. Dado el carácter de lengua viva y en constante uso y evolución, los profesores que impartimos inglés no estamos limitados a una aburrida explicación gramatical, sino que podemos también recoger ejemplos de la vida real y usarlos en nuestras explicaciones. A veces, son los alumnos los que se interesan por ciertas palabras o expresiones que suelen ver, sobre todo en letras de canciones.

CU 2nite

Que los americanos son gente práctica es algo que todo el mundo conoce. Es, de hecho, su variante del inglés la que ha producido más neologismos basados, en gran parte, en los avances tecnológicos de esta era del progreso en que vivimos. Así, por ejemplo, la llegada de internet ha creado palabras nuevas como blog, e-mail,etc. Pero lo que más llama la atención es la capacidad de adaptar la lengua a sus necesidades. Así pues, nos encontramos con casos en el que el uso de homófonos es casi de uso diario. Recuerdo una pintada con letra muy pequeña en una pared de Atlanta que decía: “if U can read this, U R 2 close”, o la más reciente canción de Avril Levigne Sk8er Boy, en la que vemos como se usan letras o números que al leerlos suenan como las palabras que intentan representar. En el primer caso U=you, R=are, 2=too, y en el segundo 8=eight, que puede sonar como el ate de skater.

Laxante para el resfriado

Cuando alguien estudia un idioma nuevo, muchas son las áreas a tener en cuenta, entre ellas el vocabulario. De poco sirve saber como se estructura una frase en una lengua determinada si luego no poseemos elementos con los que dotar de sentido a esa frase. El vocabulario se adquiere de muchas maneras, siendo mi favorita la que yo llamo “libro en una mano y diccionario en la otra”,aunque también está el método del contexto, intentar adivinar el significado de la palabra por la frase en la que se encuentra o por el sentido general de ésta, aunque este último método es un poco arriesgado por la existencia de los “false friends” que nos pueden dan lugar a error. Y luego está el método de “esta palabra suena como esta otra en español” el cual es el más arriesgado de todos porque produce confusiones como la que les voy a relatar hoy.

Adicciones varias

Entre las muchas curiosidades existentes en la lengua inglesa, hoy les voy a hablar de una en especial. Es la que se refiere a la forma que tiene esta lengua de expresar algunas adicciones, con el denominador común del uso de un sufijo que se utilizó en un principio para nombrar a una en concreto y ha extendido su uso para referirse a otras muy distintas.