El Perro y el Cocodrilo
Cuenta una pequeña fábula de Samaniego, escritor español del siglo XVIII, que un perro bebía agua del Nilo al mismo tiempo que corría. Un taimado cocodrilo le decía que bebiese quieto, que era mejor para él. A lo que el perro contestó que, ciertamente, era malo beber y andar pero era peor esperar la mordida del cocodrilo. Ante la respuesta del perro, concluye el reptil con esta afirmación, a modo de moraleja: