Por primera vez este año, la Fiesta del Sacrificio, conocida por todos como ‘el borrego’, ha sido festivo en Ceuta y Melilla. Para un ‘exiliao’ es duro vivir lejos de tierras caballas ante acontecimientos de este interés. Todavía fardamos de multiculturalidad pero queda mucho que aprender. Hay quien introduce esta fiesta con titulares tan ‘descriptivos’ como ‘El silencio de los corderos: sacrificio y religión’ . Tan acertado como un penitente vestido de ‘Spiderman’ en plena Semana Santa.

Así que ante la falta de información sobre cómo se ha vivido el borrego entre las distintas religiones, siempre quedan los amigos y la comunicación por mail. En concreto uno muy fan de los pinchitos , la buena ‘gastronomía’ y nuevas experiencias. Sin embargo, la poca práctica le traicionó y el resultado ha sido tal que tenía que compartirlo... (ojo ‘spoiler’: abstenerse seguir leyendo gente sin sentido del humor, sería malo para el corazón)

“Hola Fran, te voy a relatar la experiencia de mi primera fiesta del borrego. Me levanté temprano porque no sabía lo que iba a tardar, y como la sangre me da grima, intenté electrocutarlo, le puse unos cables en las orejas pero desistí ya que cuando los enchufaba, saltaba el automático del cuadro eléctrico.

Como falló el primer plan pensé en ahogarlo en la piscina, pero la había vaciado y como no me iba a dar tiempo a llenarla pensé en asfixiarlo, sin embargo, recordé que no tenemos gas y como con el horno microondas me iba a resultar difícil tuve que darle vueltas al asunto.

Me vino la inspiración y recordé el viaje a Munich, cuando visitamos el campo de concentración de Dachau, me dije "ya está, lo gaseo" y lo metí en el garaje con el motor en marcha... pero nada... tuve que salir corriendo ya que saltó la alarma de humos y se presentó la policía y los bomberos, menos mal que me libré de la multa. Soy colega de Doncel...

Total, que al final le he cogido cariño y lo tengo en la terraza, lo malo es que le voy a tener que sacar mañana y noche a pasear. Por cierto, se me olvidaba contarte que le estoy enseñando a ladrar, para que no se note... Vaya a ser que me denuncien o peor aún. Me lo rapten... No imagino mi vida ya sin 'Juanito'. ¿Te gusta el nombre?

Ya me he puesto en contacto con Cesar Millán para ver si me aconseja. Quiere estudiarlo, porque aunque lo ha visto en fotos con bozal, aún no lo ha oído ladrar y cuando le pongo el himno de la Legión, se pone a desfilar.

Cuaderno de bitácora, tras intentar celebrar el año pasado acción de gracias, ya tengo en casa un perro, un pavo y un borrego. Creo que voy a seguir comiendo congelados. Los sacrificios no son lo mío. Menos mal que en Navidad cocina mi madre”.

Mi amigo quiere guardar el anonimato por miedo a que le rapten a ‘Juanito’. Normal por otra parte. Así que éste ha sido ‘mi primer borrego’ desde la distancia. Mucho que aprender todavía a pesar de la multiculturalidad, poco a poco... y para ello siempre nos quedarán ejemplos más enriquecedores de convivencia y por supuesto, algo más serios.