Carracao y Alí acaban con la libertad y la democracia en Ceuta

Editorial


La democracia en Ceuta ha muerto. Una semana negra para la libertad que se inició con el caciquil golpe de estado del PSOE ceutí. Las fechas más oscuras de la historia democrática ceutí se certifican con la noticia más triste que ha sufrido esta ciudad en los últimos 30 años. Si no fuera suficiente con el apoyo un año más de UDCE-IU a las cuentas de Vivas, incapacitándoles moralmente para cualquier crítica al Gobierno, el PSOE decide ahora sorprendentemente apoyar también el presupuesto de Juan Vivas y Francisco Márquez. ¿Los motivos? Inexplicables. Responsabilidad, balbuceaba tristemente el impuesto secretario general del PSOE, mientras que los cimientos de la democracia en Ceuta terminaban definitivamente de hundirse en un lodazal.

Y es que hay que echarle mucha imaginación para ampararse en la responsabilidad para votar a favor de unos presupuestos que el propio Carracao aseguraba que no le gustan, cuando ya se sabe que van a gozar del apoyo no solo de los diputados del PP, sino también de los 4 de UDCE-IU.

Si Carracao ya había perdido cualquier viso de credibilidad en su llegada al poder en el PSOE, su primera decisión al frente del mismo le arroja sin remisión al pozo de las más abyectas figuras políticas que ha sufrido esta ciudad en su historia. Sin horizonte, sin ideas, sin cabeza. El entreguismo del PSOE certifica el reconocimiento del régimen. El jueves marcará el primer día de la nueva era. La del pensamiento único, la del partido absoluto, la de los presupuestos sin oposición. 25 de 25. El sueño del tandem, de la dupla demoniaca, de los asesinos de la democracia. Vivas y Gordillo ya tienen su sueño. Ceuta entra en una pesadilla, de la que seguramente no despertará nunca.