Ceuta, ciudad analógica

Editorial


La celebración del Día de Internet ha servido para que el presidente Vivas haga gala de lo que según él es una apuesta constante del Gobierno de la Ciudad en las nuevas tecnologías. Escuchando al presidente cualquier diría que Ceuta está en la vanguardia de Internet y las TIC, pero lo cierto es que al contrario de lo que dice ese título que tanto gusta dar a conocer a bombo y platillo, Ceuta en lugar de ciudad digital es pura y estrictamente una ciudad analógica.

Porque Ceuta sigue siendo un territorio en el que la calidad de las comunicaciones brilla por su ausencia, en el que las conexiones telefónicas siguen dando problemas continuos y en la que la caída del acceso a Internet suele ser por desgracia un lugar común para la mayoría de los ceutíes varias veces al año. Un Gobierno que se ha mostrado dispuesto a atizar con latigo castigador a algunas empresas por no ofrecer servicios al mismo nivel del resto de España, ofrece sin embargo un cómodo asiento de terciopelo a otra que continuamente ofrece a los ceutíes un trato y producto tercermundista. Quizás es porque en este caso hay contratos millonarios entre las partes. Una cuestión más que sin falta habría que explicar.

Pero es que además la apuesta de la Ciudad por las nuevas tecnologías es irrisoria. Los portales y servicios de administración digital que ofrece el Ayuntamiento son los mínimos exigibles en estos tiempos, y están presentes en la mayoría de organismos oficiales de este país. Es más, sólo hay que comprobar el portal de turismo ceutí con el de cualquier ciudad o región que tenga visos de convertirse en un destino con cierta solvencia en el futuro para comprobar la distancia que nos separa. Ceuta, en muchos aspectos sigue todavía en la edad de piedra. Algo que no es de extrañar cuando el organismo responsable de todo el sistema informático de la ciudad es objeto de burla y chanza por cualquiera que sepa algo de su funcionamiento. Cuando sus responsables son más conocidos por los viajes que realizan a varios puntos del mundo que por su labor al frente de la renovación tecnológica de una Ceuta cuyos grandes hitos en innovación son una pantalla de información en la Plaza de África, un 112 que responde tarde y mal, un servicio de vigilancia que genera suspicacias y unas tarjetas de identificación que la mayoría de la población todavía no sabe para qué sirven.

En cuanto al apoyo a las empresas de nuevas tecnologías es mejor no hablar para no avergonzarse. En un territorio en el que el transporte y la falta de recursos son graves desventajas, Internet podría convertirse sin dudas en un sector de generación de empleo y riqueza. Pero para eso hace falta tener ganas, algo que parece no sobra en este Ejecutivo. Ceuta, por su reducido tamaño, podría ser un lugar ideal para establecer una red pública de acceso a intenet, en cambio no se encuentra un sólo punto wi-fi no privado en toda la ciudad. Más oportunidades perdidas para un futuro. Más discursos grandilocuentes vacíos de contenido.