¿Qué esconde la Manzana del Revellín?

Editorial


Algo huele a podrido en la Manzana del Revellín, y no es el pescado. Todavía. Una parcela que parece maldita desde que se derribo el cuartel que albergaba, a tenor de los acontecimientos que se han sucedido durante los últimos años. Y lo que más apesta no es el pelotazo que se va a dar a costa del patrimonio de todos los ceutíes, ni tan siquiera la peregrina idea de ubicar en el complejo el mercado central, en contra de toda lógica y de lo que mandan el PGOU y las sentencias judiciales. Lo peor de todo es la postura de oscurantismo del Gobierno Vivas, que a cada paso que da sigue extendiendo la sombra de la corrupción por todo lo que toca. Lo último, prohibir la presencia de los medios en la visita en la que se va a convencer a los comerciantes de los gloriosos beneficios del traslado a la Manzana.

El Gobierno ha repetido hasta la saciedad que en el proceso se velará siempre por el interés general y que cualquier decisión será clara y transparente. Entonces, ¿por qué se veta la presencia de los medios de comunicación? Una decisión que desde luego no parece que favorezca la claridad y transparencia, más aún cuando Ceuta al día había expresado su interés en poder acudir a la visita y asamblea posterior, para dar cuenta a los ceutíes de lo que allí se trataba.

La decisión del Gobierno de Juan Vivas de prohibir la presencia de los medios de comunicación demuestra una vez más su desprecio por la información libre, y por consiguiente y aún más grave, por los ceutíes, esos a los que tanto afirman defender pero cuyos derechos pisotean sin cesar. La defensa del interés general parece cada vez menos importante en un Ejecutivo cuyo cupo de tropelías en tan pocos meses ha superado cualquier registro conocido en democracia. En Ceuta al día sí defenderemos hasta el final el interés de todos los ceutíes, lucharemos por acercarles la verdad, cueste lo que cueste, sin doblegarnos ante prebendas. A nosotros sí nos importa Ceuta, a nosotros sí nos importan los ceutíes.