Por ese mismo motivo no valen los paños calientes y los recordatorios de que todo el mundo occidental está amenazado. También viven bajo el yugo terrorista todos los españoles por culpa de ETA, pero eso no quita a que el Gobierno avise a aquellos que figuran como posibles objetivos, lo que permite redoblar la seguridad y extremar la vigilancia. Los ceutíes tienen derecho a saber si realmente existen indicios que hagan temer por una atentado inmediato en la ciudad, es una obligación del Estado mantener la seguridad de sus ciudadanos, y ahora mismo el clima está demasiado caldeado para utilizar excusas simples y echar la vista para el otro lado. El Gobierno debe reaccionar y dar una respuesta contundente. En caso contrario, los ceutíes habrán sido una vez más traicionados y apuñalados por la espalda.
- jueves 25 abril 2024