- El PP está en declive. Lo sabemos todos, ciudadanos, agentes sociales, sociólogos e incluso ellos mismos.

Y oh casualidad (?) siempre que ven como la realidad (su pésima gestión) es puesta al descubierto y las circunstancias no les acompañen, recurren a diversos recursos para intentar recuperar su perdida credibilidad. Es el objetivo que parece perseguir el reciente y polémico (para fortuna de sus promotores) informe hecho público por el Instituto Elcano.

En un nuevo intento por sembrar miedos, en un manido y recurrente discurso de asusta viejas, afirman y advierten que es un “riesgo” y un “escenario preocupante” para España que las ciudades autónomas de Ceuta y de Melilla no tengan sostenibilidad “demográfica, económica e identitaria a medio plazo”.

No habría estado mal incidir en los motivos por los cuales la sostenibilidad económica de Melilla y de Ceuta están en tela de juicio (porque alguna responsabilidad tendrá el inepto gobierno del Partido Popular que lleva más de una década gobernando) Que se ha hecho por el desempleo? Que se ha hecho por el fracaso escolar? Que se ha hecho por las miles de personas que viven bajo los umbrales de pobreza? Prácticamente nada. Y no lo digo yo. Lo dicen las estadísticas, incluso las que paradójicamente realiza el propio gobierno para conocer como de mal lo están haciendo.

Pero si este hecho es ya preocupante per se, lo es aún más la alusión a la estabilidad demográfica e identitaria que se plantea. Huele, mejor dicho, apesta a prejuicios y a interés supremo por seguir sembrando el miedo al moro. Un interés en el que muchos aunaran esfuerzos.

La cuestión identitaria local requiere de un serio, objetivo y real análisis de la situación, algo en lo que no parecen estar interesados los autores del informe citado inicialmente. Tal es así, que lejos de hacerlo, se concluye con temeridad, premeditación y tal vez alevosía que la estabilidad de nuestra ciudad depende de nuestro origen, mezclando, como era previsible, nacionalidad y credo. Hace varios años atrás, escribí un artículo titulado "nosotros y vosotros" del que reproduzco algunos argumentos a la orden del día: "Dudar de la nacionalidad de unos porque tienen el mismo origen étnico que otros que están al otro lado de la frontera puede acabar creando mucho recelo. En parte, y forzando la empatía, puede hasta resultar comprensible que exista cierta ignorancia y que existan ciertos estereotipos, pero la ignorancia no puede ser la excusa que sirva para segregar a la sociedad ni para amparar o justificar falsos miedos, a veces utilizados incluso para obtener rédito político".

Es importante que busquemos soluciones conjuntas a los problemas que nos afectan: el paro, el fracaso escolar, la marcha de chicas a Siria y un largo etcétera no afectan sólo a parte de la población como algunos erróneamente plantean, si no que nos dañan a todos.

Pero para sentarse a buscar soluciones entre todos tiene que haber voluntad, no guerra de egos y narcisismos, y desgraciadamente, no parece existir.

Mientras que los que pueden sigan prefiriendo mirar a otro lado, comentar en los bares y sacar rédito con historias de asusta viejas, se hace difícil encontrar soluciones.

Mientras no seamos conscientes de ello, los informes prejuiciosos se prodigarán como champiñones ante la morbosa mirada de unos y la pasividad de otros.

Y mientras tanto, los que tienen miedo a perder la poltrona, seguirán frotándose las manos.