De 1908 al 2010 han pasado varios años. A lo largo de ellos, hemos conseguido cosas muy importantes. Entre ellas, el derecho al voto de las mujeres, porque por no tener, no teníamos ni derecho a votar, y así, en España, exceptuando el paréntesis del año 1931, no tuvimos acceso al sufragio universal hasta poco antes de la época constitucional. Claro que en otras partes del mundo están peor, porque hay muchas mujeres que aún no tienen ese derecho. Volviendo a nuestro país, se lograron varios derechos importantes para las mujeres, hasta que con la llegada del gobierno franquista volvieron las prohibiciones, entre otras, la prohibición del trabajo femenino y del derecho al voto. Igualmente, hasta el año 1975 no se anuló la denominada “licencia marital”, de conformidad con la cual, las mujeres necesitaban la autorización del marido para firmar contratos de trabajo, sacarse el carnet de conducir o el pasaporte, cobrar su sueldo si trabajaban, abrir cuentas bancarias, etcétera. Además de ello, el uso de anticonceptivos estuvo penalizado hasta 1978. Y así, podríamos citar bastantes ejemplos y muestras de las conquistas que hemos ido logrando las mujeres a lo largo de la historia.

Eso es todo un logro.

Ahora bien, ello no es óbice para que seamos conscientes de que la lucha feminista por la igualdad aún está lejos de finalizar, entre otras cosas, porque arrastramos muchos lastres del pasado que se muestran en el presente. Me parece bien que haya mujeres que prefieran dedicarse única y exclusivamente a ser esposas y madres, siempre y cuando esa decisión haya sido tomada libremente por ellas. Me parece bien que haya mujeres a las que les guste hacer ganchillo pero no me lo parece que nuestro Centro Asesor de la Mujer, entre su oferta formativa para el 2010 oferte cursos extremadamente parecidos a los que hace muchísimos años mostraban tendencia por preparar a las perfectas esposas. Por ejemplo, y por citar sólo algunos, ahí tendrían cabida los cursos de “la dieta en su hogar”, “manicura y pedicura”, “punto media croché”…. Repito que no me parece mal que existan este tipo de cursos, porque tendrán su demanda, pero sí critico que no existan acciones de formación a emprendedoras, ni formación en áreas de liderazgo, u orientada a fortalecer la autoestima.

No somos perfectas. Ni queremos serlo. Queremos poder elegir las prioridades de nuestras vidas y a qué dedicar cada minuto de nuestro tiempo. No queremos que nos miren como a bichos raros por ello. No queremos que nos pongan límites a nuestra capacidad. Queremos tener la opción de elegir qué estudiar, qué leer, en qué trabajar y en definitiva, qué hacer o dejar de hacer con nuestras vidas. Queremos que se respeten nuestras decisiones, especialmente cuando son contrarias o distintas a las de la mayoría. En definitiva, sólo queremos vivir dignamente.

Dedicado a todas las mujeres