- Este 14 de febrero hemos perdido a una persona con un corazón incomparablemente grande.

Tan grande que en él no sólo tenían cabida sus hijos Daher y Sofi y su mujer Esperanza, por los que sentía pasión y adoración, sino también para todas las personas que le rodeábamos, especialmente para las relacionadas con el ámbito de la justicia: abogados, jueces, fiscales, funcionarios de juzgados, cuerpos y fuerzas de seguridad…

Emilio me regaló mi primera toga y los primeros consejos para ejercer la abogacía. Me abrió las puertas de su despacho recién acabada la carrera y las de su tierno corazón en el que nos albergaba a muchos. Recuerdo mis dudas procesales, propias de cualquier novata, y sus siempre firmes y afectuosas palabras instándome a luchar por todo aquello en lo que creía y a defender con todos los medios a mi alcance los intereses de las personas a las que representaba.

Sus palabras siempre se intercalaban con las bromas. Y con los caramelos con los que nos hacía más amena la espera y la lucha diaria.

De todos sus años de ejercicio de la abogacía, tendría para escribir un libro, o una enciclopedia como él mismo decía a veces entre risas. Sus anécdotas y experiencias siempre despertaban mi curiosidad y la de cualquiera que lo escuchara.

Tenía una mente y una memoria prodigiosas y privilegiadas. Era capaz de describir al detalle hechos ocurridos hace años y de dictarte folios y folios sin necesidad de utilizar ningún material auxiliar. “Está todo aquí”, me decía muchas veces señalándose las sienes, siempre con una sonrisa que le iluminaba toda la cara.

Era inevitable conversar con él y que no saliera a relucir el Líbano, sus hijos y su mujer. Los adoraba. Hasta sus últimos minutos estuvo hablando de ellos. Eran su orgullo y su vida. Entre ellos destilaba un amor tan grande como incalificable.

Disciplinado, extremadamente trabajador, el esfuerzo y el sacrificio eran premisas que nos inculcó a quienes tuvimos la suerte de conocerle de cerca y de aprender de él…y con cuyo ejemplo siempre intentaremos continuar, conscientes de que morir es ley de vida y orgullosos de tenerlo entre nuestros referentes.