- El Gobierno del PP de Ceuta huele a miedo, desprende un inevitable hedor agónico como consecuencia de sus desaciertos y de su ineficacia en la gestión de responsabilidades.

A todo Gobierno se le presupone, en teoría, responsabilidad en sus funciones ejecutivas, pero el gobierno del PP local prefiere la política del "zig-zag" y la fórmula "ensayo-error", solo llegando al acierto en contadísimas ocasiones y de forma casual.

Juan Vivas, como cada 4 años y cual coronel desesperado esta vez, ha mandado tocar corneta y ha ordenado al PP de Ceuta ponerse en fila y ya se dejan ver los primeros codazos, las ambiciones, las ansias de medallas y los intentos de mérito para un buen puesto en la lista electoral.

Fruto de toda esta ambición meritoria para ocupar un buen puesto en las listas, es el comunicado emitido por el PP de Ceuta titulado "La demagógica carrera de la oposición". Alguien con responsabilidad e inteligencia en esa sede le debería decir al que ha juntado esas letras llamado en su conjunto comunicado, que el PP de Ceuta es Gobierno y adoptar la inverosímil actitud de oposición de la oposición es una prueba más del miedo latente existente en el seno del PP de Ceuta fruto de su política desacertada.

El PP de Ceuta, el de la mordaza y el de los intentos de silenciar en Pleno mi acción de fiscalización, critica la presentación de mociones y propuestas para corregir y enmendar sus desaciertos. Al PP de Ceuta le incomoda que se descubran sus vergüenzas, que se presenten propuestas que favorecen al conjunto de la ciudadanía ( y que esas propuestas no sean suyas) y les incomoda que se ejerzan los derechos y los intentan vulnerar estérilmente con complicidad hasta que un Juez les saca los colores y les dice que dejen de vulnerar derechos fundamentales en los Plenos.

Lo dije en un Pleno y hoy públicamente se lo repito al PP de Ceuta: ¡nadie me va a callar y nadie me va a silenciar!, a pesar de los intentos obstinados por hacerlo. La voz de la ciudadanía se debe escuchar. La política alejada de la ciudadanía es una política siempre desacertada.

Cual vendedor ambulante el PP de Ceuta en su "circular del miedo" vende sus existencias y su producto como consecuciones en forma de números e inversiones, una venta ambulante en la que el PP de Ceuta nos vende productos de imitación a precio de marca. Vamos, nos vende gato por "gaviota". La ciudadanía de Ceuta ya no quiere más gaviotas, quiere comer, quiere llegar a fin de mes y sobre todo quiere un gobierno que piense en los que peor lo estàn pasando y no en los intereses de los "empresarios de luxe".

Decirle al PP de Ceuta que yo personalmente hace mucho tiempo que dejé de escribirle carta a los Reyes Magos, pero no me importaría volver a recobrar esa ilusión de mi niñez y escribirles: "Por favor, quiero para mi ciudad un gobierno que deje de reirse de sus ciudadanos".