- Ceuta reconocerá este año, por primera vez, a personas y entidades que hagan acciones significativas en contra de la violencia de género.

Recuerdo que cuando desde nuestra formación política propusimos su creación al Pleno de la Asamblea, hace ya casi dos años, acababa de fallecer Ikram, una joven de nuestra ciudad llena de vida. Una vida que le fue arrebatada sin sentido por quien se creía dueño y señor de la misma: su propio compañero.

La finalidad con la que propusimos que hubiera un reconocimiento anual es la de aumentar la visibilidad y la concienciación sobre el problema de la violencia de género porque definitivamente, nos afecta a todas y a todos. Cuanto mayor sea nuestra concienciación con respecto a este problema mayor será nuestra intolerancia con el mismo.

Este año, el reconocimiento, más que merecido, recaerá en la persona que ayudó a evitar que una vecina de Patio Páramo perdiera la vida a manos del que fuera su compañero. Personas como las que evitan este tipo de acciones, arriesgando su propia integridad merecen ser ejemplo para toda la sociedad. Ejemplo de solidaridad, de humanidad y de valor para ayudar a quienes nos rodean y viven sumidas en un túnel del que creen no hay salida.

La prueba de que aún queda mucho por hacer es que continúan existiendo muchísimas víctimas de malos tratos que no se atreven a denunciar: mujeres que son golpeadas, insultadas, humilladas y vejadas, tanto, que han dejado de valorarse, han perdido su autoestima y no se atreven a cortar de raíz con sus verdugos: por miedo, por creer incluso que merecen ese trato, por no sentirse capaces de afrontar una nueva vida, por falta de recursos... Los motivos son tan extensos como el número de mujeres maltratadas. Y desgraciadamente, es algo que no se puede identificar con un perfil concreto.

Lo único que tienen en común las víctimas de malos tratos es que son mujeres. Las demás características no tienen ninguna influencia: pueden ser jóvenes en el instituto o señoras jubiladas, pueden ser mujeres sin formación como otras con carreras universitarias, pueden tener un estatus social bajo, medio o alto, puede que tengan hijos e hijas o puede que no.

Lo mismo ocurre con sus verdugos, aquellos que creen que pueden poseer a una mujer igual que poseen un coche o un mueble. Aquellos que para reafirmar su superioridad en una relación necesitan humillar a la persona con la que están para tener siempre la sensación de ser quienes tienen la sartén por el mango. Aquellos enfermos cuya máxima diversión se convierte en someter y pisotear la dignidad del ser humano que tienen más cerca. Aquellos cuyas debilidades, inferioridades y complejos son tales que necesitan de la violencia y el miedo para sentirse mejor.

Hoy por hoy, hay unas 600.000 personas en nuestro país, un tercio de las cuales son mujeres, que continúan justificando los malos tratos, por lo que sólo construyendo una sociedad igualitaria, desde los cimientos, desde la base, seremos capaces de extirpar a los verdugos de nuestra sociedad.

PD. A fecha de hoy, 35 mujeres han perdido la vida a mano de sus parejas o ex parejas en lo que va de año. De ellas, apenas un tercio había denunciado.