inmaculada pilar gracia
inmaculada pilar gracia
Inmaculada Pilar Gracia

Mientras en Italia aislaban barrios enteros y se cancelaba el carnaval de Venecia en España el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias nos decía el 31 de enero que “España no va a tener mucho más allá de un caso diagnosticado”. A día de hoy, un mes después de las declaraciones de la primera autoridad médica de nuestro país en emergencias sanitarias, llevamos ya unos 1.300 casos diagnosticados en España lo que nos coloca entre los diez países con más número de infestados en el mundo. 

La palabra crisis, y el término crítico significan etimológicamente la existencia de un momento decisivo en una situación en la que hay que juzgar, decidir, separar; del griego `Krino´, del que deriva el sustantivo `Krisis´, decisión. Y eso es precisamente lo que no parece conocer el gobierno de nuestro país, que estemos en una situación de crisis desde que aparecieron los primeros contagiados y que hasta la fecha no hayan decidido hacer nada. El domingo el gobierno no suspende la manifestación del Día de la mujer que congrega en la calle a miles de personas en Madrid, una de las ciudades más infestadas de España. En Barcelona una consejera de Partido Socialista de Cataluña en situación médica de aislamiento se va a la manifestación y lo cuelga en redes… El lunes el gobierno, por boca de su director de emergencias y de su presidente del gobierno nos anuncian que hay el doble de casos que el domingo en Madrid y que iba a ponerse en marcha un “plan de choque”, sin decir en qué van a consistir, ni cuándo se va a adoptar, incluso declarando que “No nos vamos a precipitar. En unos días anunciaremos un plan de choque, tan pronto como precisemos el diagnóstico y tengamos bien definida las medidas. Queremos que el plan sea eficaz y ajustado a la magnitud el problema”. ¿Pero cuántos muertos necesita el Sr. Sánchez sobre la mesa para entender la magnitud del problema?  Por su parte el Ministro de Sanidad, que es de formación filósofo (sic) y fue colocado en su puesto para pagar el cupo catalán de la investidura, reconoce que vinieron a darse cuenta de la magnitud el problema el día 8 por la tarde ¡Qué casualidad!, una vez realizada la manifestación… ¿En serio el gobierno decide mantener la manifestación y un día después declara que Madrid es una zona de “trasmisión comunitaria alta” del coronavirus? Después de dos meses de empezado el contagio en toda Europa es ahora cuando el gobierno va a implementar un “plan de choque”, que ni siquiera tiene diseñado todavía… Evidentemente pesó más el interés partidario y electoralista que las necesidades sanitarias porque sino no se explica el tremendo descontrol. Eso, o la otra opción es la que plantea una viñeta en la que se ve a Sánchez, con una mascarilla y una pancarta amarilla en la que se lee “DIALOGO” frente a un grupo de virus en el que quien parece representarlos se desternilla de risa. O sea que la situación que deja traslucir el gobierno es que  o son unos irresponsables o  son unos ineptos más simples que una ameba; ninguna de las dos opciones nos saca de esta crisis sanitaria y económica cuyo alcance se me hace bastante profundo. Confiemos en que Ceuta siga por mucho tiempo resistiendo “numantinamente” el contagio. La suspensión de la carrera de la Cuna de la Legión, por más que a todos nos duela tal decisión, es un acto de responsabilidad que hay que agradecer.

El director del Centro de Coordinación de Alertas Sanitarias lleva 12 años en el cargo por lo que debe ser un hombre muy competente en la materia y ha sido mantenido por Ministros de Sanidad tanto de derechas como de izquierdas ¿Cómo se explica la aparente torpeza de sus declaraciones y que no exista ya un “plan de choque”? La única respuesta que se me ocurre es que esté siendo manipulado convenientemente desde el Gobierno que es quien lo mantiene en el cargo. Fue él también quien gestionó la crisis del Ébola que se saldó con un muerto y una infestada, frente a cuya situación Pedro Sánchez calificaba la acción del gobierno como de “desvergüenza, desamparo, desgobierno, descontrol, descoordinación…” pero claro, ese no era el Presidente Sánchez, que diría la Vicepresidenta Carmen Calvo… Con más de 1.200 infestados y una treintena de muertos; con los colegios, guarderías y universidades cerradas en Madrid y Navarra, a día de hoy nadie asume responsabilidades.  Y ese es el nivel:  nuestra salud, la salud del país, en manos de una manada de irresponsables.