La Ciudad de Ceuta, a través de una carta de su Presidente al Comisario de Política Regional, Pawel Samecki, que recientemente nos visitó, ha reiterado a la Unión Europea su petición de obtener un rango similar al de 'región ultraperiférica'. Así mismo pidió al Comisario tener frontera comercial con Marruecos. Es decir, una especie de 'brindis al sol' de cara a la galería y a los titulares periodísticos, a los que nos tienen acostumbrados desde el Gobierno local. Y ello por una razón fundamental. Las relaciones con la Unión Europea las tienen los Estados y no las regiones (los 'lendakaris', los 'honorables'....), afortunadamente. Por tanto, a quien tiene que convencer Vivas, primero, es a su paisano Chaves, para que a su vez intente persuadir a Zapatero; y después a Rajoy, por si se diera el caso de que fuera el próximo presidente de España. Y si lo consigue, el siguiente paso sería que estos ilustres interlocutores se dirigieran a la Unión Europea, para lo de región ultraperiférica, y a Marruecos, para lo de aduana comercial.
 
Aunque no está de más haber paseado al Comisario por algunas zonas de Ceuta, previamente limpiadas (también de chorizos) y preparadas para la ocasión. Mucho mejor si se le hubiera llevado a contemplar el paso fronterizo en plena actividad, sin avisar a nadie, o el Príncipe cuando tienden una emboscada a policías o bomberos, entre otros, algunos niños que tendrían que estar en los colegios, que debería de haber construido el Estado para alcanzar la ratio nacional.

 

Pero el que no se conforma es porque no quiere. Esto es algo similar a lo de ser la Ciudad de mayor índice de desempleo de España, pero decir que nuestro paro ha crecido un 45% menos que el resto del país; o la de mayor fracaso escolar y salir hablando de los estupendos planes que tiene el Estado para construir varias escuelas infantiles; o la de más alto índice de delincuencia nacional, y construirnos una macroprisión para albergar en su interior a más del triple de presos que la actual. Aunque también lo del crecimiento del PIB por encima de la medida nacional ha sido notable, pero sin explicarnos que la única partida que crece, prácticamente, es la del gasto público, porque somos una Ciudad cada vez más subvencionada y con menos actividad económica. Pero analicemos un poco lo que significa región ultraperiférica y veamos si esto nos interesa realmente.

 

En la Unión Europea existe un territorio aduanero común, donde se realiza la libre circulación de mercancías entre sus Estados miembros y se tiene una frontera común respecto al exterior, en la que se aplica una misma política comercial arancelaria y no arancelaria. Sin embargo, hay territorios que forman parte de algún Estado miembro, pero no pertenecen al territorio aduanero, como es el caso, por ejemplo, de Ceuta y Melilla (España), de las Islas Feroe (Dinamarca), Livigno (Italia), Büsingen (Alemania)...Otros que están ligados de alguna forma a la Comunidad Europea, como Gibraltar, Andorra o El Vaticano. Y otros, que aunque formen parte del territorio aduanero, no participan de la misma política fiscal, y tienen algunas peculiaridades y protecciones determinadas, como es el caso de las Islas Canarias, Madeira, Azores y los cuatro Departamentos de Ultramar de Francia, Guadalupe, Guayana, Martinica y Reunión. Estos son los que tienen el rango de 'regiones ultraperiféricas', que se recogió en el Derecho primario comunitario, por primera vez, en el Tratado de Amsterdan del año 1999, concretamente en su artículo 299.2, además de dos territorios franceses de ultramar, San Martín y San Bartolomé, que tampoco forman parte del territorio aduanero.

 

Lo que significa, a grandes rasgos, este estatus es que la Unión Europea, que no suele admitir ayudas fiscales en sus países miembros, que no estén suficientemente justificadas, permite que ciertos territorios, por razones de lejanía, falta de recursos propios, tradición histórica, o para facilitar su integración en el espacio aduanero común sin que sufran un impacto económico negativo, gocen de una serie de privilegios fiscales y de protección de algunos de sus productos, algunos de forma transitoria, siempre y cuando se establezcan las correspondientes compensaciones para productos similares del resto del territorio comunitario.

 

En Ceuta ya se tiene un régimen arancelario y fiscal especial, que últimamente se está replanteando, en el sentido de entrar a formar parte del espacio aduanero común. Esto supondría perder algunos de nuestros actuales privilegios, que sólo podrían ser compensados dotándonos de un régimen similar al de las 'regiones ultraperiféricas'. Pero ello tendría sentido si sirve para reactivar nuestra actividad económica. Solo así admitiría la Unión Europea este estatus. Lo contrario, aparte de innecesario, es engañar a los ciudadanos y engañarnos a nosotros mismos. Y lo más grave. Ocultar bajo esta 'reivindicación' el deseo de seguir siendo una ciudad subvencionada. Para muchos, incluyendo la mayoría de los actuales gobernantes, lo más cómodo.