Tras la rueda de prensa posterior al último Consejo de Ministros del Gobierno de España, tuvimos que escuchar, al menos diez veces, que estábamos en la 'senda' de la recuperación económica. Lo dijeron las dos Vicepresidentas. No sé si por contagio auditivo, o por obedecer una consigna. Y esto lo hacían justo cuando se acababa de publicar la Encuesta de Población Activa, referida al primer trimestre de 2010, en la que se anunciaba que la tasa de paro superaba ya el 20% (4.612.700 parados) de la población activa en nuestro país. En Ceuta esta cifra alcanza el 22,42% (7.400 parados), aunque el propio INE advierte que los resultados de Ceuta y Melilla deben tomarse con precaución por los errores de muestreo. De hecho el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) nos habla de más de nueve mil ceutíes desempleados. Esto de los errores no lo mencionan casi nunca los analistas oficiales cuando los datos son menos desfavorables de lo esperado.

Hace pocos años, cuando pensábamos que las economías, española y mundial, iban a seguir creciendo de forma indefinida, algunos comenzaron a replantearse la necesidad de continuar con las celebraciones del primero de Mayo. Otros entendíamos que dicha conmemoración debía mantenerse mientras que existieran injusticias en el mundo. Fundamentalmente para honrar la memoria de aquellos que lucharon por conseguir la jornada de ocho horas para todos los trabajadores. Hoy, con una crisis del sistema capitalista bastante profunda a nivel internacional, parece que recobra todo su sentido esta celebración.

 

Porque, aunque le pongamos otro nombre, o disfracemos las cifras, para muchos teóricos, en la actualidad nos encontramos inmersos en una crisis sistémica de envergadura. Sí, una crisis del sistema capitalista en toda regla, que ya algunos economistas clásicos habían pronosticado, expresándolo en forma del indefectible descenso de la tasa de ganancia del capital, de crisis periódicas y de derrumbe necesario de este sistema como consecuencia de lo que Marx llamaba Ley de Acumulación del Capital. Sin embargo, el capital especulativo continúa haciendo de las suyas. Y las grandes fortunas prosiguen con su negocio a cuenta de la crisis. Y además se jactan de ello. Ellos son así. Mientras tanto, millones de personas no saben qué hacer ni en qué trabajar. En Grecia, por ejemplo, pero también en España, en donde ya son más de un millón de hogares los que tienen a todos sus miembros en paro.

 

Sin embargo, en Ceuta parece que todo va bien. Los del Ayuntamiento se han traído a su economista de cabecera, para contarnos lo bien que ha resistido esta ciudad a la crisis económica. Según los datos que nos mostró, de forma muy correcta, aunque poco convincente, el crecimiento económico había caído aquí sólo un 1,7%, entre el 2008 y 2009, mientras que en el conjunto del país lo había hecho en un 3,6%. Claro, explicó que ello se debía a que el motor fundamental de nuestra economía son los funcionarios, que siguen percibiendo sus salarios a pesar de la crisis, lo cual es tanto como decir que no hay necesidad de hacer nada para combatir la crisis. Por lo menos mientras que las distintas Administraciones no decidan reducir el número de estos. También nos dio algunas cifras del paro, situando la tasa en el mismo periodo en un 18,9%, ligeramente superior al 18% del conjunto del país. Sin embargo, los datos anteriores de la EPA, y los del propio SEPE, contradicen esas cifras. Y si ya nos vamos a analizarlos por edades, los mismos son alarmantes, pues nuestra tasa duplica a la media nacional en el tramo de 16 a 24 años. Si a esto le sumamos los índices de fracaso escolar, que son los más altos del país, la combinación resulta ser explosiva. Nada que ver con el maravilloso espectáculo que se nos intentaba presentar.

 

Por su parte, los de la Delegación del Gobierno también nos han traído a su 'gurú'. En este caso se ha tratado del Secretario de Estado de Seguridad Social, que aprovechando la inauguración de un edificio que ya lleva unos cuantos meses de funcionamiento, nos ha dicho que también Ceuta ha sido la ciudad que mejor ha respondido durante la crisis, en lo referente a las altas en Seguridad Social.

 

Entre ambos personajes, emulando las palabras de uno y de otro, ha aparecido en escena el Secretario General de los socialistas que quedan en Ceuta, tras expulsar a la mayoría. El señor Carracao, que no suele ser muy creativo en sus propuestas, nos decía que debíamos mirar al sur, sin olvidar el norte, y siempre pensando en el este y en el oeste. Es decir, que teníamos que ser como una especie de brújula. Olvidaba que para ser y actuar así, todos debíamos remar en la misma dirección. Especialmente los suyos, que son los que gobiernan. La prueba irrefutable de la vacuidad de sus palabras vino de la Agencia Tributaria, que mientras se sucedían estas declaraciones, daba la estocada mortal a las Reglas de Origen, esas en las que todos habíamos puesto parte de nuestras esperanzas, expedientando a las dos únicas empresas que utilizaban este procedimiento de importación en Ceuta. Es decir, que lo del norte se queda para montar macroprisiones y para sostener hospitales deficitarios en personal.

 

Pero por lo menos nos queda nuestro amigo Aquiles, que en un estupendo artículo a doble página en El Faro, nos cuenta las bondades que el turismo podría tener para Ceuta, desde un punto de vista bastante profesional. Y aunque, quizás lo haya hecho en un tono bastante autocomplaciente, y nos habla de éxitos, en cierta forma inexistentes, o poco perceptibles para el común de los mortales, al menos lanza alternativas realistas, o recopila las que ya se han dado desde otros foros, y da un mensaje de esperanza. Es decir, marca una senda, en este caso mirando al sur y al este. Esperemos que las Navieras no den también la estocada mortal a este sector con los precios de los billetes de las travesías. Si lo hacen, ya sólo nos quedará el oeste como tabla de salvación. Pero este camino se presenta bastante difícil, porque habría que cruzar el Atlántico. Marruecos lo hace muy bien.