No es cuestión ahora de ponernos excesivamente pulcros en el tema de las primas a terceros. Si son por ganar, yo no tengo ningún problema. Pongamos, por caso, que a usted su empresa le da, aparte de su sueldo, una cantidad extra por cumplir con su trabajo. ¿La rechazaría?.

De distinta catadura se antojan las primas por perder, máxime si ello supone que un equipo como la Real Sociedad se quede en Segunda cuando, a la vista de lo que está ocurriendo, debiera estar en Primera. Por cercanía geográfica y personal, prefiero que sea el Málaga y no la Real quien esté en primera. Pero la ley está para cumplirla. Y ese es, precisamente, el principal escollo: el cumplimiento de la ley. Lo más justo sería una sanción de agárrate y no te menees a quien pagó y a quien cobró y a los clubes tramposos. Lo más justo sería, pues, el descenso del Málaga a Segunda, igual que ocurrió con la Juventus -¡¡¡la Juventus!!!- en Italia. Pero a ver quien es el guapo que se atreve a imponer una sanción ejemplar con los precedentes creados. A saber: el Nou Camp lleva ocho años apercibido de cierre porque a algún cabestro se le ocurrió tirar una cabeza de cochinillo y una botella de J.B. a Luis Figo. Sevilla y Celta incumplieron la ley de Sociedades Anónimas Deportivas, se les bajó a Segunda B y se aplicó el criterio de "to el mundo es gueno", adulterando el número natural de las dos primeras divisiones. Por tanto, entiendo el cabreo de la Real Sociedad, pero no creo que haya nada. Sobre todo por una razón: la única jurisprudencia que hay en el fútbol español es que la ley está para no cumplirla. Nos la damos de pulcros y de tener la mejor liga del mundo, pero luego los que actúan contra los tramposos son los italianos y contra los hooligan los ingleses. Ya no es sólo por el perjuicio que se crea a un equipo o a otro, pero tengo la sensación, como muchos aficionados, de que esto sólo es la punta del iceberg. Dos apuntes antes de concluir. Primero, que alguien me explique que ha hecho Cristiano Ronaldo para obtener el balón de oro antes que Torres y, sobre todo, Xavi. El segundo, dirigido a don Francisco Fernández Marugán, diputado en Cortes desde el pleistoceno medio. El Salario Mínimo Interprofesional se estableció el pasado año en 600 euros con un incremento del 5'5% hasta su próxima revisión, que será en el año venidero. Lo digo porque a los que no ganamos la nómina de un diputado si nos importa.