El que siembra vientos recoge tempestades. Es lo que se me viene siempre a la cabeza cuando a un político del PP le hacen un "escrache" o cuando aparecen contenedores o neumáticos quemados en las manifestaciones. Y sí, también cuando alguna tragedia afecta a la mayor potencia mundial, Estados Unidos.

El lunes hubo un atentado en Boston. Digo desde ya que, como no podía ser de otra forma, condeno enérgicamente el atentado y espero que los autores materiales sean detenidos y puestos a disposición de la justicia. Dicho esto, también afirmo que existe un responsable mayor que está por encima de los que han puesto la bomba. Ese culpable no es otro que Estados Unidos y su criminal política exterior. Suponiendo que los autores sean de algún país extranjero, claro.

Estados Unidos ejerce sistemáticamente el terror y siembra violencia en el mundo entero. No sólo lo hace Estados Unidos, sino también aquellos países que apoyan el orden mundial de las cosas, pero en este escrito quiero centrarme en USA. No puedes invadir países para robarles sus recursos naturales, organizar golpes de Estado contra los gobiernos desobedientes (decía Galeano que "Estados Unidos es el único país del mundo donde no ocurren golpes de Estado...porque no hay Embajada de Estados Unidos"), permitir a tus empresas explotar y robar a lo largo y ancho del globo y esperar que nunca te salpique la mierda, que nunca haya gente cabreada que se tome la justicia por su mano y monte un cirio. La auténtica desgracia es que nunca son los responsables quienes pagan las consecuencias de sus decisiones, sino el pueblo inocente, por ejemplo, niños o padres de familia que se disponen a correr una maratón un lunes cualquiera. Yo culpo a la política exterior de Estados Unidos, igual que responsabilizo de lo ocurrido en mi país el 11 de marzo de 2004 al gobierno del señor Aznar por su apoyo a la masacre de Irak. Y repito que con esto no le estoy restando responsabilidad a los autores materiales, sino que intento ir al germen, a la raiz del problema, analizar, ir al motivo de todo, al sistema de terror que propicia que seres humanos crean que la única salida a su situación pasa por inmolarse o por poner un coche bomba. La derecha no sabe muy bien qué es eso de analizar los problemas y sólo sabe contraatacar y sembrar más caos. El mismo lunes, aun sin saber nada sobre los responsables del atentado, algunos conocidos hablaban por redes sociales de "contraatacar", de que Estados Unidos debía movilizar a su Ejército. Algunos eran soldados. Todos eran de derechas. No hay sitio para el análisis ni el estudio, sólo para la reacción brutal y la estupidez del monstruo. Dicen que Estados Unidos debe vengarse, sin pararse a pensar en que tal vez la venganza es lo que ha venido desde el otro lado. Ningún país ha hecho más por el terrorismo que Estados Unidos, pero estos adalides de la sinrazón lo ignoran. No piensan, sólo embisten.

Mucha culpa tienen los medios de comunicación de esta situación de ignorancia y doble moral. A la vez que leía por Facebook o twitter a personas clamando justicia por lo ocurrido en Boston, me enteraba de que una nueva ola de atentados por coches bomba en varias ciudades de Irak dejaba, al menos, 12 muertos y más de 70 heridos. En Facebook y en twitter nadie pedía justicia por esas personas inocentes. Seguramente ni se habían enterado y aun en caso de haberse enterado, es tan de pasada la cobertura mediática que se da a los sucesos que ocurren en los países de África o Asia que a muchos ni les duele oir que mueren 20 niños palestinos tras el impacto de un misil israelí en una escuela o que 300 "daños colaterales" han sido el resultado de una nueva incursión de la OTAN. En cambio, bastan dos víctimas en territorio occidental para comenzar a pedir cabezas, para pedir más muertes y más desolación. Es triste constatar que algunos sólo lloran cuando los muertos son occidentales y blanquitos. Si mueren niños en ciudades llamadas Bagdad, Kirkuk o Tuz Khurmato apenas se le dedica un par de minutos en televisión...y ninguna muestra de indignación en las redes sociales.