- Cuando en política, un actor hace algo que puede entenderse como contrario a su esencia o su programa, siempre suele apelar a lo mismo: responsabilidad de Estado.

La responsabilidad de estado supone anteponer los intereses del país a los del partido. En ocasiones, tal acción está realmente justificada. Otras, sin embargo, no es más que una excusa para justificar la traición al electorado. El Partido Socialista habló de responsabilidad de estado cuando defendió su decisión de reformar el artículo 135 de la Constitución junto al PP para anteponer el pago de la deuda a la inversión social. Hoy, ante la evidencia de que esa responsabilidad de estado no era más que la responsabilidad de blindar el interés de la minoría privilegiada a costa de los derechos de la mayoría social, los socialistas piden perdón por su decisión.

Dice Albert Rivera que fue la responsabilidad de estado lo que le llevó a entregar el Gobierno de Andalucía al PSOE más corrupto y el de la Comunidad de Madrid al PP más corrupto. Ahora dice que se va a abstener para que pueda gobernar Rajoy y le pide a Pedro Sánchez que haga lo propio. Por responsabilidad de estado, claro.

Lo que haga Ciudadanos es irrelevante porque sus diputados no dan para decidir nada. En cambio, ante la seguridad de que Podemos votará NO a un nuevo gobierno del PP, el balón está en el tejado del PSOE. Sánchez dice que también van a votar que NO. No obstante, algunos dudamos de que cumpla. Como decíamos anteriormente, no sería la primera vez que el PSOE recurre a la responsabilidad para justificar sus giros a la derecha. No pueden dar el SÍ a Rajoy porque sería su muerte política. En cambio, no es descartable que finalmente hagan caso a los de Rivera y se abstengan. Porque no sólo se lo pide Rivera. También lo hace el IBEX.

A estas alturas, y tras su lamentable campaña electoral, nadie duda de que Ciudadanos es lo mismo que el Partido Popular, pero renovado. El neoliberalismo “cool” y no nacionalcatólico. Como saben que no pueden sustituirles, lo único que les queda es dejar claro que serán su muleta. Sin embargo, el Partido Socialista insiste en el discurso identitario de la dicotomía izquierda-derecha para reafirmarse y mostrar sus diferencias con los de Rajoy. Insisten en la farsa, pues tanto PP, como PSOE, como Ciudadanos coinciden en las líneas básicas de la construcción europea y en la austeridad como vía para encarar la crisis. Ahí está la clave y no en la falsa discusión entre supuestas derechas y supuestas izquierdas.

Con el discurso que mantiene Sánchez, es muy difícil justificar que lo responsable es permitir cuatro años más de Partido Popular. La mayoría de españoles ha votado que no quiere eso. Lo responsable, si se está con la gente, es impedir que gobiernen aquellos que han llevado a cabo la política más brutal en contra de las clases populares de nuestro país, pero no nos engañemos: si los que mandan quieren que Pedro Sánchez se abstenga, Pedro Sánchez se abstendrá. Y no lo duden: nos hablará de responsabilidad de estado. Ojalá me equivoque.