El pleno está para aprobar presupuestos y ordenanzas, que para el resto nos bastamos nosotros solos sin tener que dar cuentas a nadie, para eso tenemos 19 diputados. No fue con estas palabras exactamente, pero sí era el espíritu que desprendía la declaración de 'Pinocho' Bel tras el que es posiblemente uno de los espectáculos más tristes de la historia política local. El pleno de poco más de un minuto auspiciado por la falta de interés del Ejecutivo ya figura con derecho propio entre los acontecimientos más lamentables que los ceutíes han tenido que sufrir en sus carnes, una bofetada sin remordimiento alguno a la dignidad de una institución que si alguna vez tuvo cierto prestigio ahora debe estar buscándolo sin remisión por esas mismas alcantarillas que se atascan cada vez que llueve un poco más de lo normal. La convocatoria del pleno efectuada por el Ejecutivo de Vivas, refrendada posteriormente por las declaraciones de 'Pinocho' Bel, ha supuesto la firma en el certificado de defunción de este triste cadáver que en Ceuta se llama democracia.

Lo comentaba antes del inicio de la sesión con un compañero. El Gobierno nos va a decir que al pleno viene a partir de ahora lo imprescindible según reglamento, y que el resto ya se ventila en Consejo de Gobierno y mediante decreto. Poco tiempo faltó para que la 'portavoz de la mentira', como la ha bautizado muy acertadamente el PSOE, me diese la razón de cabo a rabo. Bel anunció el nacimiento del nuevo modelo de Gobierno Vivas, es de la imposición sin remedio, el de las decisiones ocultas y dobles intereses. Ceuta vive ya bajo el imperio del pequeño dictador y el Gobierno del 'decretazo'.

Más de seiscientos en un mes, proclamaba altanera la simpar portavoz, en una intervención bochornosa, que si no fuese por la gravedad del asunto daría para hacer chistes durante varias generaciones. Y es que comprobar como el 'Pavón' de Vivas resuelve con un "excusas hay mil" la retirada de las mociones de urgencia por la oposición en señal de protesta no puede provocar más que hilaridad. Si no hay contenido es porque la oposición no ha presentado propuestas. Manda... no, si al final la culpa va a ser de Manolete, que se dejó coger...

Les guste o no a Vivas y sus adlateres, que sé que no, el pleno de la Asamblea no es sólo un organo para aprobación de presupuestos, ordenanzas, reglamentos y planes. En este alambicado orden jurídico con el que cuenta Ceuta, el pleno de la Asamblea es también el máximo órgano de representación de los ceutíes. Aunque les cueste creerlo, y juntos sumen seis contra diecinueve, un diputado del PSOE o de UDCE-IU, vale lo mismo que uno del PP, aunque tamaña anagnórisis seguramente provoque infartos y gritos de terror entre las filas del Ejecutivo. El pleno es lo más parecido que tenemos a un parlamento, por lo que es obligado que allí se debatan los problemas de los ceutíes, las cuestiones que les preocupan, las decisiones fundamentales para el futuro de la ciudad. Que el PP tenga 19 diputados y pueda gobernar por decreto no le capacita para robarnos la democracia a todos los ceutíes.

Hace unos años se me ocurrió relacionar en una columna el programa 'Aló, presidente', del inefable gorila rojo del Caribe, con aquella peregrina iniciativa de Juan Vivas de 'Desayunos con el presidente', que por cierto nació y murió en el acto. Me cuidé muy mucho de decir que tan sólo comparaba las acciones, no a las personas. A pesar de todo, pueden imaginarse la que se lió. Llamadas a los que por entonces eran mis jefes, amenazas, insultos, incluso una reunión en Presidencia para intentar aclarar lo que había sido un malentendido (llegaron a decir que había llamado mono a Vivas). Pasado el tiempo he de confesar que me equivoqué. Vivas y Chávez sí son comparables, son las dos caras de una misma moneda. Cambian las formas, pero los métodos son los mismos. El Ejecutivo quiere convertir Ceuta en una pequeña Venezuela, en un territorio controlado por un poder absoluto, con los resortes de opinión oprimidos bajo el yugo de la extorsión (tiene narices que el mismo Ejecutivo que se dedica a despedir periodistas les fecilite con anuncios, eso sí muy bien pagados, en el día de su patrón). Los votos en las urnas no son todo en la democracia, Hitler ganó unas elecciones. La legitimad la da el ejercicio del poder, y si éste no es correcto, el gobernante pierde cualquier autoridad ante sus conciudadanos. Por eso mismo en todos los sistemas democráticos existen herramientas para poder desalojar de la poltrona al líder corrupto, aunque en algunos sitios funcionen mejor que en otros.

Vivas ha enterrado la democracia bajo una tumba de sonrisas, caras amables y apretones de mano. Ha convertido a Jesús Fortes en un estadista de talla mundial, a Paco Fráiz en un gobernante responsable, a Antonio Sampietro en el adalid de la transparencia y las buenas formas en política. Ceuta no se lo merece. Ha llegado la hora de desenmascarar al farsante.