M.A.P.

Como decía hace unos días, según las encuestas, la imagen de los políticos está bajo mínimos. Y no es para menos, se lo están ganando a pulso.

En política parece que todo vale, entre unos y otros se han debido de proponer cargarse la democracia. Todo se puede apañar, incluida las voluntades. Hasta votos se consiguen con todo tipo de supuestas prebendas.

Lo que me parece aun peor si cabe, es que se pueda “convencer” a personas para que se afilien a un partido para tener más posibilidades de que salga elegido el candidato que un grupo determinado quiere, pero en cambio, no queda nada claro que los votantes, simpatizantes y afiliados de verdad estén conformes con esa elección a medida. Esto no creo que se pueda llamar hacer política.

No creo que sea nada lógico que entre esos nuevos afiliados pueda haber quienes votan a otro partido político distinto del que se han afiliado. Esto tampoco parece que sea hacer política, esto más bien recuerda a una etapa oscura y cutre de España. Otra cosa que puede ser legal, pero que éticamente deja mucho que desear, es poner los congresos cuando se tiene todo "bien" encauzado para ganarlos.

Ahora que la imagen de los políticos está bastante deteriorada, y cuando la gente está cansada de tanta corrupción, es cuando más se debería de mirar que todos los procesos de elección de candidatos a representar una formación política sean transparentes.

Las cosas mal hechas siempre terminan pasando factura. Y en este caso terminarán dañando al partido en general. Al final, al que hay que rendir cuentas es al ciudadano que es quien va a votar cuando llegan las elecciones. Y si ya de principio se ha empezado mal, lo más seguro que los resultados no sean nada favorables.