No cabe ninguna duda respecto a que el sectarismo del candidato socialista, Pedro Sánchez, ha negado a los españoles el Gobierno que votaron. Desde el mismo 21 de diciembre Mariano Rajoy ofreció un amplio acuerdo al PSOE, y el candidato socialista se instaló en el “NO”.
El mismo “NO” que esta formación política firmó en 2003 para excluir al Partido Popular de la vida política. Entonces le llamaron el Pacto del Tinell, ahora le llaman “Gobierno de cambio”. Vetar al partido que ganó las elecciones, con más de 7 millones de votos, ha significado condenar a los españoles a volver a las urnas. Se ha agotado el plazo y todos los partidos políticos quedan retratados. Hoy los españoles hemos comprobado el sectarismo de Pedro Sánchez, el oportunismo de Albert Rivera, el extremismo de Pablo Iglesias y la coherencia de Mariano Rajoy.

Porque la coherencia, responsabilidad y sentido de Estado del candidato a la presidencia del Gobierno por el Partido Popular, Mariano Rajoy, es la mejor garantía de seriedad para todos y todas las españolas. El líder popular no ha participado en la comedia de enredo de estos cuatro meses, días de teatro mediático y parálisis política. Durante la campaña prometió seriedad, y ha cumplido. Porque el 20D, como ahora, sólo había dos opciones: Gobierno de radicales, extremistas e independentistas o Gran Coalición a la europea. Y mientras los demás convertían el escenario político en un circo de cuatro pistas, el candidato popular impulsaba cinco grandes pactos de Estado centrados en los verdaderos intereses de los españoles.

Durante cuatro meses el Partido Popular ha buscado un acuerdo entre las grandes formaciones que comparten cuestiones fundamentales como la unidad de España, la soberanía nacional y la igualdad de los españoles, y que sin ninguna duda podría haber significado la adopción de acuerdos consensuados, de reformas duraderas que hubieran enviado un mensaje de estabilidad, certidumbre y seguridad a quienes crean empleo en España. Un Gobierno de coalición conformado por el propio Partido Popular, Partido Socialista y Ciudadanos que habría ayudado a consolidar la recuperación económica y el empleo. Sin embargo, lo que permanecerá en nuestros recuerdos será la estrategia del “NO” de Pedro Sánchez sustentada por el lider de la formación naranja, Albert Rivera.