- Durante estas fechas desde la inmensa mayoría de las personas y desde todos los lugares, instituciones, empresas y el ambiente que rodea a las ciudades y pueblos de nuestra civilización, se lanzan y aparecen mensajes destinados a familiares, amigos y conciudadanos, para que la felicidad, la paz y los buenos deseos cristalicen y se desarrollen a lo largo del año.

Lamentablemente a partir del día siete de enero, como unos fuegos artificiales que llegan a su fin, gran parte de esas buenas intenciones se desvanecen con la realidad cotidiana, como el humo de la pólvora al estallar el último cohete. Pienso que no podemos caer en el desánimo, la tristeza, en la indiferencia o en una vana ilusión pasajera, si asumimos como algo ineludible, que con el fin de estos días esas buenas intenciones de un modo irreductible no puedan continuar.

Tendría que ser precisamente, a partir del siete de enero, cuando empecemos a recordar y poner en práctica todos los deseos y felicitaciones que hemos acumulado durante estos días. Cada uno desde su proyecto personal y en consonancia con las circunstancias familiares, de trabajo, de amistad y en los ámbitos sociales, culturales, religiosos y políticos según los casos individuales de cada persona.

Tenemos un año por delante para que esa semilla de estos días, se desarrolle y no deje de crecer y transformarse diariamente, hasta llegar a dar los frutos que todos esperamos hasta el último día del año que ha comenzado. Hablaba del proyecto personal que cada uno tenemos que impulsar y trabajar por desarrollarlo. La evolución de ese proyecto estará en función de la voluntad, el esfuerzo, la motivación y los intereses personales. Pero también hay una serie de factores que influirán y que tendrán que ver con otros ámbitos, además de los personales, que mencionábamos anteriormente.

En este año que tenemos por delante todos los ciudadanos y ciudadanas, seguiremos estando atentos a los resultados, los cambios, la gobernanza de las instituciones locales, autonómicas y nacionales; porque de la evolución que a nivel económico, social e institucional se produzca con esa gobernanza, las circunstancias podrán ser determinantes en que el optimismo y la mejora de la realidad social y económica de muchas personas pueda ser diferente.

Me resisto a pensar que seguiremos en la misma tónica del año que ha terminado, donde las deficiencias tantas veces mencionadas relacionadas con los servicios básicos y el empleo, siguen sin resolverse. Me gustaría que el último resultado sobre cifras del paro no sea un espejismo, porque tenemos que perseguir que los resultados de empleo, las cifras de la seguridad social, el incremento del empleo en los diversos sectores económicos, los préstamos bancarios sean una realidad y que los jóvenes y sus familias puedan tener un camino más fácil en la búsqueda de empleo.

El Gobierno cada vez tiene menos tiempo para poner los remedios y que este país funcione con resultados y vitalidad. Pero unos resultados que no dejen sólo huella en las páginas de los medios de comunicación y en las voces de las noticias radiofónicas o televisivas. Es necesario que en cada hogar las familias comprueben esos resultados en las mejoras cotidianas, de lo contrario la desconfianza y el pesimismo no desaparecerán. Si el Gobierno sigue incumpliendo sus promesas electorales y España no cambia de rumbo de un modo palmario, en este año que tenemos por delante la oposición seguirá teniendo una gran responsabilidad. Hay aspectos que sólo competen al Gobierno, como le sucede al de Ceuta, para que apueste decididamente con medidas prácticas y positivas, como sucede con el tema del paro, donde Ceuta sigue como campeona nacional en el incremento anual del desempleo, con el 3,62 por ciento. El número de desempleados más que en 2012 llega a los 443 desempleados, con un total de parados de 12.673 personas.

Mencionaba la responsabilidad de la oposición. En Ceuta, la alternativa de Gobierno que ejerce el Partido Socialista, ya tiene todo preparado. No se ha dado cuenta ahora que debe adoptar medidas y hacer propuestas, lo viene haciendo todo el partido, con José Antonio Carracao, como portavoz del Grupo Parlamentario Socialista junto al resto del equipo, desde el primer minuto que terminaron las anteriores elecciones municipales. Pero quiero referirme especialmente a lo que tiene este año por delante. Además de la presentación de mociones e interpelaciones en los diversos Plenos y de seguir trabajando en las diferentes comisiones, seguirá atento para que la transparencia y la actuación de Gobierno no se desvíe del servicio prioritario a los intereses de Ceuta y sus ciudadanos, como ya sucedió con el caso Urbaser.

Además hay que subrayar la Conferencia Política del PSOE de Ceuta a desarrollar durante todo el año, coordinada por Sandra López y Pablo Núñez, donde se tendrán en cuenta todas las aportaciones de todos los sectores y sensibilidades de la ciudad, para la elaboración del Programa Político del PSOE ceutí, que dará respuesta a todas las necesidades y proyectos relacionados con todos los segmentos económicos y sociales. También resaltar la importante labor que ya ha iniciado el Secretario de Organización, Mariano Díaz Mesa, que con el resto de la Ejecutiva, militantes y simpatizantes aportarán el impulso político que necesita Ceuta, para servir a todos los intereses y necesidades de los ciudadanos.

A nivel nacional, el PSOE no cejará en su actuación como oposición responsable, con propuestas, alternativas y un seguimiento contundente de la actuación del Gobierno. En este año por delante tendrá que llevar a efecto una decisión ejemplar y democrática, como es el desarrollo de las “Primarias”, de las que saldrá el representante que liderará al PSOE de cara a las próximas contiendas electorales que tendrán lugar después de las europeas.

Hablando de elecciones, en las del Parlamento Europeo, España y Europa se juegan mucho, de ahí la importancia de la participación. Al margen de lo anterior también tenemos un año por delante, para que se pueda reconducir el tema catalán, donde el diálogo de los dos grandes partidos, la Constitución y el respeto a la legalidad, mantendrán el rumbo y el equilibrio que a este caso corresponde.