José  Antonio Carbonell Buzzian

La mediación es un método de gestión y resolución de conflictos y se trata de una herramienta ideal para solventar las posibles incidencias con los ciudadanos, por ello resulta imprescindible el compromiso y la colaboración de las administraciones, instituciones y entes jurídicos que participen en su implementación.

Para que esta iniciativa se pueda llevar a cabo, deben existir unidades o servicios conectados con órganos judiciales, facilitando así el asesoramiento e información a los ceutíes y proporcionando un enfoque integral de la mediación y de sus beneficios.

Esta  herramienta sería ideal para mediar , debiéndose crear un protocolo de actuación donde el ciudadano pueda acudir a mediadores externos independientes para poder resolver conflictos con la administración, donde la responsabilidad patrimonial fuese de menos de 20.000 euros. Esto supone mayor agilidad a la resolución de conflictos, además de evitar gastos al erario público a la hora de judicializarlos, sirviendo a su vez para descargar a los juzgados de trabajo y haciéndolos más operativos y funcionales.

De este modo estaríamos promoviendo e incentivando la terminación convencional de los procedimientos administrativos, posibilidad que la ley prevé y que normalmente no se suele aplicar.

El uso excesivo de la vía judicial satura los recursos del sistema administrativo, principalmente por su falta de funcionalidad. La mediación brinda una oportunidad perfecta de explorar el derecho administrativo en nuestro país avalado por un elenco de juristas de acreditada solvencia.

El atasco que sufren nuestros órganos judiciales supone un lastre en la maraña judicial existente, todo ello debido a la acumulación de procedimientos, por lo que se debería de abogar  por la creación de una oficina de mediación administrativa en nuestra urbe para descargar de trabajo a los entes judiciales que están faltos de medios personales y materiales.