José Antonio Carbonell Buzzian

Sería interesante crear una bolsa de urgencias extrahospitalaria en nuestra ciudad para los facultativos que estuviesen interesados en trabajar en la misma. Los médicos que se inscribieran en la misma podrían optar a ser llamados para cubrir puestos en el SUAP y una de las ventajas de esta nueva opción es que estos profesionales que quisieran trabajar en urgencias extrahospitalarias contasen con una bolsa propia, dejando de este modo, de inscribirse en la genérica de Atención Primaria, con las penalizaciones que ello conlleva cuando rechazan un llamamiento.

Hasta ahora se venían funcionando con una única bolsa de Atención Primaria y de ahí llamaban a los médicos que se irían incorporando a los centros de salud y consultorios, pero también a los que contratan a los del SUAP, 061.  En estos casos, si un profesional era llamado y renunciaba porque ya estaba en otro puesto, era penalizado, un problema que desaparecería con la creación de esta nueva bolsa de trabajo.

Otra bolsa específica muy necesaria es la de Pediatría, ya que se encuentran en la misma situación que la nombrada anteriormente, solo existente la de Atención Primaria, por ello sería interesante crear estas bolsas independientes.

Aprovechando esta coyuntura como usuario, denunciar el déficit del personal especializado que está provocando que estos facultativos estén haciendo más sustituciones de las recomendables con el consiguiente desgaste, además de un incremento importante de pacientes atendidos al día, llegando a las cifras de entre 30 y 40 cuando la cifra optima debería de ser de 30 como máximo, de cara a ofrecer un servicio de primera calidad. Esta situación se extrapola a los médicos de Atención Primaria que están efectuando servicios de urgencia cuando no deberían de hacerlo.

Por todo lo narrado sería interesante y urgente un cambio de política de contratación de especialistas, mejorando las condiciones de trabajo de estos profesionales con contratos de trabajo de calidad donde la temporalidad desaparezca, de esta forma se conseguirá cortar la fuga de estos facultativos a la península, seguido de la elaboración de un plan para una adecuada renovación de la plantilla dando paso a facultativos que tengan que jubilarse.

Se tendría que dejar de engañar a los ceutíes e implantar de una vez por todas un Centro de Rehabilitación de Radioterapia, evitando a los pacientes el molesto viaje a la península para los que necesitan un tratamiento. Tampoco debemos de obviar la seguridad personal de estos profesionales a la hora de ejercer su profesión ya que muchísimas veces son agredidos tanto de forma verbal como física.