procesión penas
Imagen de recurso.

J.M.M.S.

La Hermandad de Las Penas ha emitido un escueto comunicado en el que asegura no haber tenido “intención alguna” ni de “polemizar” ni de “dañar la sensibilidad de nadie” con “sus actuaciones”. Pues voy a decir un par de cosas; la dedicatoria en una de las “levantás”, aparte de inapropiada fue partidista, hay que recordar que la Cofradía se puso del lado del presunto delincuente y no de la víctima que tenía la intención de procesionar y que, de una manera que más adelante contaré, se le impidió.

La dedicatoria del Capataz, que ha llegado al cargo por la dimisión de un presunto delincuente, desconozco si tiene otros méritos, incluía una frase que sí que hiere la sensibilidad: “para que aquellos que quieren arruinarle la vida no lo consigan”, pues ahí la diste majete, me animaste a escribir, y con esta van dos. Los padres, desde el momento que apreciaron que la actuación de este tipo no era la normal de un docente se dirigieron a la Guardia Civil, pero no para arruinarle la vida a nadie y menos a éste sujeto que apenas conocen, le han visto dos o tres veces, si no para defender a su hijo, que por si no lo sabíais ha aparecido fotografiado en el ordenador de vuestro idolatrado profesor en unas condiciones que si fueseis medianamente normales no toleraríais para vuestros descendientes menores de edad, ni para nadie.

Retomando el asunto que dejé pendiente en el primer párrafo, el chaval no ha podido salir en procesión con sus amigos, ni tampoco pudo acudir al “traslado”, y sabéis porqué, porque ellos mismos le recomendaron que no se acercara a La Hermandad, conocedores de la Orden de Alejamiento, y que no participase en la procesión, ¡tremendo!

Ignoro como le pudo llegar, aunque me lo imagino, esta información a unos niños para que, con la inconsciente crueldad propia de mocosos de esa edad, la utilizasen con la única finalidad de que el presunto corruptor de menores y que, según todos los indicios, está en posesión de pornografía infantil, pudiese acudir al local de la Cofradía y participar tanto en el Traslado de los pasos como en la procesión de Jueves Santo.

Esto no se arregla con un simple comunicado.