Retomo ilusionado mis colaboraciones semanales tras constatar la mejora experimentada en una materia prioritaria para el Partido Popular, la empleabilidad. Las cifras conocidas, a finales del pasado año, mostraban un descenso en el número de desempleados de 253.627 personas, el mayor descenso anual desde 1998, sin ninguna duda, un giro de 180 grados, a pesar de las críticas de quienes tan solo desean, por intereses electoralistas, anunciar malas noticias.

Quizás sea el momento oportuno de recordar algunas de las conquistas más relevantes de los últimos gobiernos progresistas. Entre ellas, la reforma expres de la Constitución sin referéndum, la subida del IVA, el aumento en la edad de jubilación, el cierre de páginas webs sin orden judicial, indultos políticos a banqueros corruptos condenados por la justicia, protección de jubilaciones millonarias a cargos políticos, incremento del recibo de la luz un 10%, congelación de las pensiones, reducción retribuciones de todos los empleados públicos o los 5 millones de desempleados

Todas ellas consecuciones reales que resumen brevemente la gestión ejecutada por los gobiernos socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero durante dos legislaturas. Por cierto, una gestión amparada por el actual secretario general, Pedro Sánchez. Un dirigente que aspira dirigir nuestra gran nación, pero es incapaz de encontrar una conocida universidad estadounidense. En definitiva, y a pesar de los números de quienes cosecharon las peores cifras macro-económicas de nuestra historia, los registros alcanzados por el Gobierno del Partido Popular en el último año demuestran, que nuestro país está en el buen camino.