- Durante la pasada semana hemos sido testigos de los ecos estrafalarios que se han vertido sobre la situación económica española, y más concretamente sobre el tema del empleo que tan negativamente afecta a millones de ciudadanos españoles.

Los protagonistas de las manifestaciones que han planteado soluciones al desempleo español, han sido el Comisario de Economía de la Comisión Europea, Sr. Olli Rehn y los grandes empresarios de la CEOE, a cuya cabeza se encuentra su presidente, el Sr. Rosell.

Indignación, desorientación e incredulidad son algunas de las reacciones que más pacíficamente se me ocurren, ante las provocaciones de sus propuestas y planteamientos , si analizamos y nos hacemos eco de las soluciones que se aportan, para que nuestro país, nuestra sociedad, pueda superar el problema del paro.

Olli Rehn es un alto funcionario y voy a suponer que en sus declaraciones no hay intereses que puedan afectar a sus beneficios económicos, sino que independientemente ofrece una salida, que en la dinámica de la economía puede producir unas consecuencias, que según él disminuirían las cifras de desempleo. Sin embargo, en un alto dirigente y un técnico de su solvencia económica, sólo se puede tomar como una burla su aseveración y su complicidad con el FMI, haciéndose partícipe de los procedimientos para reducir el paro en España. Nada más y nada menos que bajar los salarios un 10% para crear empleo. Como decía el Secretario General del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. “Que la Comisión se olvide de sus recetas, son veneno para la economía española”.

Ante esas ideas, inmediatamente, sin necesidad de hacer alusiones a las grandes teorías, profesionales y técnicos de la economía mundial, europea y española, un aluvión de interrogantes surgen para espetarle a este señor, pero no olvidemos que sus planteamientos no están mal vistos por la Comisión Europea. ¿Para qué ha servido la bajada de salarios en nuestro país que supera los seis puntos? ¿No han sido suficientes las medidas restrictivas que el Gobierno del Sr. Rajoy nos está haciendo padecer a la ciudadanía? ¿No ha quedado evidentemente demostrado que la contracción económica, la falta de poder adquisitivo de los ciudadanos no ha favorecido el aceleramiento del crecimiento económico? ¿No es una realidad que sin crecimiento económico el mundo empresarial sale afectado? ¿Se puede producir sin que la sociedad compre?

Si este señor está apoyado por la Comisión del Sr. Barroso, aunque se disfracen sus ideas de ser exclusivas de su responsabilidad, ¿A qué están jugando con nosotros?. ¿Tenemos que ser meros comparsas frente a los países nórdicos que están aliados con las ideas económicas de Alemania?. ¿Es que tenemos que sufrir los azotes y latigazos de los poderosos de la economía europea, para que la Sra. MerKel y la derecha alemana puedan ganar las próximas elecciones en su país?.

Ante la falta de créditos de las entidades financieras, ¿el Sr. Olli Rehn no puede hacer un mínimo esfuerzo con su cercano mandatario económico Sr. Draghi, para que las pequeñas y medianas empresas, y los planes estratégicos para el empleo juvenil sean más ambiciosos, más efectivos e implementen medidas que hagan salir del pozo a millones de jóvenes que necesitan una esperanza real de sus instituciones europeas, sin que sean más castigados los trabajadores y las familias que están siendo víctimas del paro?.

En el segundo párrafo de este escrito mencionaba la palabra desorientación, porque cuando oigo hablar al Sr. Rajoy y al Sr. de Guindos, siendo benevolente con ellos, no cejan de mencionar las mejoras, los cambios y las perspectivas halagüeñas de nuestro futuro económico. No pongo objeción a la utilización de estos términos, si pretenden crear un ambiente de optimismo, pero esto no concuerda con las ideas del FMI, el Sr Rehn y los planteamientos de la CEOE. ¿Podemos fiarnos del Gobierno cuando ensalza las buenas perspectivas y el vislumbrar la luz al final del túnel?. Sinceramente no me fío de estos planteamientos, me parece y ojalá me equivoque, que son más manifestaciones de propaganda, que posiciones seriamente analizadas.

Voy a tratar de no ser mezquino con aquellos empresarios, que están dando la cara todos los días por sus empresas y sus trabajadores. Especialmente me refiero a los empresarios de la pequeña y mediana empresa, que son los mayoritarios en nuestro país y también en nuestra ciudad. Sin embargo, no tengo más remedio que referirme a la cúpula empresarial de la CEOE, que durante esta semana también han adquirido notoriedad sus propuestas de “Rebajar a tiempo parcial contratos de jornada completa”. ”Ampliar el número de horas complementarias que pueden realizarse del 15% al 30% de las horas ordinarias”. “Proponer que los contratos de formación no tengan límites de edad”. “Mayor facilidad para los despidos colectivos, limitando el riesgo de la judicialización”.

Los excedentes empresariales se han visto favorecidos por los ajustes laborales. Sin embargo, también hay unos hechos evidentes. Se han pactado salarios a un nivel que posteriormente han quedado reducidos a la mitad de las subidas previstas. Los convenios están empezando a congelar salarios a uno de cada cuatro trabajadores y las subidas del salario medio son ridículas. Finalmente mencionar que según el Instituto Nacional de Estadística el pasado mes de junio el índice de producción industrial se redujo un 1,9%. A todo lo anterior habría que añadir el peligro del aumento de la edad de jubilación y los cálculos no demasiados condescendientes de las futuras pensiones.

No deseo crear preocupación a nadie, pero es necesario un esfuerzo de solidaridad y de cooperación entre todos los sectores económicos, evitando que los paganos sigan siendo los mismos y que los sacrificios no recaigan siempre en los más débiles.