No hay nada más importante para gobernar, que la coherencia. Esta frase bien podría servir para valorar la política social y los vaivenes de Ciudadanos con Rivera a la cabeza, como para analizar el motivo por el que la gente de izquierda permanece en silencio ante los principios básicos de unas siglas, como son las del PSOE.

Pero, a pesar de saber que hoy podría perfectamente insistir sobre cómo es posible que en Ceuta quien gana una adjudicación y firma la licitación son la misma esencia, o cómo para ser guía turística te pide tener magisterio, cuando hay gente de turismo en paro. Sí, eso que pasa siempre o es habitual en Ceuta, el perfil a dedo. También podría reflexionar sobre la investigación abierta acerca de los pagos por publicidad a Ceuta TV. Pero no, voy a escribir de animales, sí de animales. De ahí que haya querido empezar mi firma con la palabra coherencia, esa coherencia que no tiene el Gobierno Local cuando saca un Reglamento de Protección animal mientras, no sólo legaliza la caza en terreno público, sino permite la caza de perros errantes y la batida controlada.

Hace unos días un amigo me aconsejó que no tocara este tema porque podría recibir amenazas y que existiría gente que se alteraría un poco más de lo normal, porque sus maneras para defender esta primitiva, para mí, forma de maltrato, no eran para nada suaves. Como siempre, le dije que si existe algo a lo que de verdad le tenga miedo, es a mi silencio.

Todo el mundo sabe en qué condiciones están los perros, que son usados para la caza, en el monte. Perros amarrados, enjaulados en locales de alquiler donde únicamente acuden los fines de semana para darles de comer o, incluso, perros escondidos en Marruecos que luego son abandonados, seguramente por los propios cazadores a pesar de ser éstos quienes tienen que encargarse de capturar los perros silvestres, en vez de hacerlo la protectora.

Sinceramente, de la Consejería de Medio ambiente me lo puedo espero, pero ¿no hay ningún miembro del Gobierno con la más mínima sensibilidad para darse una vuelta por nuestros montes y ver como hacen los cazadores de este reglamento, recientemente publicado en el BOCCE, la más cruda de las realidades?

No, no hay, porque si son incapaces de empatizar con una población que vivieron la represión franquista, no sólo no respetando la Ley de Memoria Histórica, sino sacando a relucir la ira incontrolada contra quienes no acatan su dogma de poder, mucho menos sensibilidad iban a tener con los animales de nuestra ciudad, sino que se lo digan a los ciervos de San Amaro o a los gatos callejeros que esperan un terreno más grande.

Ya lo decía Gandhi, un país, una civilización, y en este caso Ceuta, se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.