Nepomuceno en la sede de Unidas Podemos
Nepomuceno en la sede de Unidas Podemos
Antonio Nepomuceno Moreno - Izqueirda Unida Ceuta

Desde que tengo uso de conciencia, en este país he oído una y mil veces más, lo malo que es el comunismo, la gran perversión que representa y siempre ha manifestado en el reflejo de la historia del siglo pasado, antes de nada y para explicar bien mis convicciones políticas, pondré un ejemplo vivido por mí en mi niñez, que representa muy bien como por años se ha adoctrinado desde el franquismo a nuestros días, el odio al comunismo como el mal supremo en la tierra.

Cuando era niño (de esos que veía las líneas en blanco y negro de un televisor), era común ver en la tele películas norteamericanas de indios y vaqueros, no lo voy a negar, recuerdo que me encantaban esas películas, recordando a los presentes que sólo teníamos dos canales y no elegíamos que ver, sino que nos ponían lo que se creía oportuno desde el estado, el entretenimiento era ver si o si esos westerns y lo que conllevaba en sí todo un ideal de colonialismo sajón en tierras norteamericanas, cabe destacar que desde esas películas al día de hoy tengo claro que había encubierto un adoctrinamiento cinematográfico, el odio en sí al indio nativo de las tierras del nuevo continente, en dichas películas se nos mostraba al indio como un ser malvado y terrorífico sin piedad y con una maldad venida desde inframundo diabólico, tanto es así que cuando los niños jugábamos a indios y vaqueros todos querían ser el del lado vaquero, pues nadie quería adoptar el papel de malo, el indio, en cierta manera los niños estábamos convencidos de que los indios nativos de Norteamérica eran el demonio en sí mimo, pongo esto como ejemplo del adoctrinamiento social y de cómo desde el cine o medios se puede ejercer un concepto de odio inducido a las minorías de una sociedad, afortunadamente fui creciendo, observando el mundo donde vivía, viendo más tarde la mentira cinematográfica que el cine ejerció en mí, en realidad los malos de esas películas era ese ejército sajón racista que pretendía exterminar a los indios nativos como si de una plaga de alimañas se tratara.

Mostrando la narrativa del ejemplo de indios y vaqueros ha pasado lo mismo, exactamente igual con el ideal comunista, desde los medios ese adoctrinamiento social televisivo, cinematográfico ha estado presente también en ni niñez temprana, de hecho desde ese adoctrinamiento social contra el comunismo, reconozco que tuve un rechazo fuerte y odio al comunismo, el cine siempre ha mostrado al comunismo como al indio de aquellas películas de westerns que veía de niño, tanto es así que consideraba al comunismo como algo diabólico también por parte de un adoctrinamiento eclesial engendrado desde la misma iglesia católica, por aquello de la guerra civil y de que se nos metían en la mente que los comunistas odian a la religión y obligan a la gente de países comunistas a ser ateas en conciencia, algo que con el tiempo descubrí con fascinación que era totalmente mentira e incierto, un proceso de adoctrinamiento social que he de reconocer que en mí penetro desde mi juventud poco experimentada, yo no siempre he sido de izquierdas, en mis inicios tenía mucha simpatía por la democracia cristiana, me fascinaba la doctrina social de la iglesia, que más tarde con gran agrado vi reflejada mucho más fiel en el ideal del comunismo, desde mis inicios en la democracia cristiana buscaba esa doctrina social de la iglesia, el ayudar a los más pobres y a los más necesitados, inspirados en el Jesús de los evangelios, la democracia cristiana estaba dentro del PP junto al ideal liberal (una corriente que nunca despertó en mi simpatía por cierto), me gustaba más la democracia cristiana, creyendo que no tenía nexos de unión con el franquismo, vi en poco tiempo que algo fallaba, pues el entorno donde me movía era pro-franquista, defensores de la España franquista y con la sorpresa de que dicho ideal al tiempo de adoctrinar al odio más profundo al comunismo, adoctrinamiento hacía al fascismo español del pasado, por supuesto cuando el gobierno del señor Aznar entro en juego, lo que se puso en práctica no tenía nada que ver con el humanismo cristiano, más bien al contrario, era en sí el fascismo en su máxima expresión, por ejemplo el apoyo en aquel entonces a la guerra de Irak con la exponencial de mentiras y engaños para justificar lo injustificable, al parecer el soldado del Western norteamericano no era el primer modelo de adoctrinamiento social que experimente en mi juventud, lo que llamaban como democracia cristiana era en sí un contraste de contradicciones policías mezcladas con el libre mercado y al capitalismo, experimentando una vez más decepción tanto en mí por mi credulidad como del sistema en el que vivía.

Con el tiempo, leyendo, y conociendo gente de todo el mundo, gracias al beneficio de vivir en un mundo interconectado, fui aprendiendo que lo que llamaban comunismo diabólico y malvado no era ni es tan malvado como me querían hacer entender, es más si de algo en el tiempo no he renunciado es a mi fe cristiana, educación que he mantenido, puesto que pienso que esos valores son inclusos distantes con el fascismo y con ese ideal en el que me han querido meter como justo y proporcional, cuando ves que en sí el comunismo, tiene más en común con mi espiritualidad y convergen mucho más con mis ideales humanistas, es entonces cuando descubres la gran mentira mediática que considero que hemos vivido todos los españoles sin excepción, en la actualidad me considero comunista y creo en que es el sistema más justo, pero no lo expongo nunca como una imposición a nadie, es un dial que al igual que el cristiano no pude imponerse por la fuerza sus esfuerzos contra las desigualdades sociales, es más considero al comunismo más cercano al humanismo cristiano que la democracia cristiana, pues el internacionalismo del comunismo está basado en la fraternidad de los pueblos y el nacionalismo en el egoísmo más anticristiano que pueda haber encumbrado desde el capitalismo y el odio que expresa siempre ese estado de nación que encumbra siempre el odio a minorías y formas de pensar diferentes, para mí una de las cosas que me enamoré del comunismo es su ideal internacionalista.

En el día de hoy se hace el uso del pasado del comunismo como prueba refutable de que no funciona por su historia en países como Rusia, por esa regla de tres el ideal cristiano debiera ser atacado como el mismo demonio en la tierra, pues en su historia hay evidencias de maldad y de propósitos nada que ver como la misma sustancia humanista del cristianismo, como ejemplo la inquisición o la guerra santa, por no extenderme demasiado podría exponer aquí páginas extensas del horror infringido a lo largo de la historia causado por la iglesia católica en el mundo, ese hecho no quita que el humanismo cristiano sea en sí un gran ideal, en mi opinión mucho más cercano al comunismo que a la derecha, siempre próxima al poderoso y no al más débil de la sociedad, contradictorio con la misma vida de Jesús y sus enseñanzas.

En mi estudio del comunismo y sus partes filosóficas encontré una respuesta que no me esperaba, es en sí el respeto a las religiones y sus creencias, algo que me indujeron a pensar desde la misma iglesia a creer como una verdad absoluta del odio del comunismo a las creencias de las gentes, el comunismo identifica como mal de este mundo a la religión en el contexto de como los poderosos siempre han hecho uso de ello para anestesiar a una sociedad y doblegar sus esperanzas con la no racionalidad y si con la religiosidad, entendiendo que es un arma por los poderosos usar la religión como suelen hacer los nacionalismos y la misma democracia cristina que segira más al entorno de los grandes poderes mundiales, pero eso no es un ataque a las creencias de las personas y sus culturas, es en sí identificar parte de ese adoctrinamiento social usado por el capitalismo por siglos, cuando descubrí el movimiento de la Teología de la liberación, un movimiento cristiano que mantenía las tesis marxistas y en sus valores cristianos es cuando vi con claridad que ese mito engañoso de que los comunistas odian las creencias de las personas, era totalmente falso, por cierto a ese movimiento no lo persiguieron los comunistas, sino más bien la iglesia católica en la misma persona del difunto PAPA Juan Pablo II.

Cuando oigo a periodistas manifestar que el comunismo es lo mismo que el fascismo empiezo a escuchar esos ecos del pasado de ese adoctrinamiento social que nos querían imponer desde niños, mismo adoctrinamiento que intentan en el día de hoy con las mismas tácticas de manipulación.

El fascismo es en sí un peligro social, un ideal que engendra odio, que en un tiempo atrás el enemigo era el Judío, pues sí, para ellos entonces era el Judío y ya vimos donde terminó la cosa, pero el mensaje de odio es el mismo, quita la palabra Judío y cámbiala por inmigrante, por moro, por musulmán, siempre tendrán en frente a un enemigo manifestado por ellos, un chivo expiatorio a quien culpar de todos los males de la nación, como hiciera Hitler con los judíos en la Alemania Nazi, en el momento actual ese chivo expiatorio del fascismo son los inmigrantes, que al igual que en la Alemania Nazi junto a bulo y mentiras prodigaron un odio generacional a un segmento social del pueblo judío tanto de Alemania como del mundo entero.

En cambio el Marxismo es todo lo contrario, desde el respeto al colectivo LGTB, a los inmigrantes, la solidaridad de pueblos, un mundo diverso y fecundo en la diversidad tanto racial como social, el mensaje es muy distinto y la lucha muy distinta, recordando una vez más que desde los Partisanos comunistas italianos, republicanos comunistas españoles en el exilio que lucharon contra el fascismo en Europa, de todos esos comunistas que se enfrentaron al fascismo nazi en Europa nadie duda de su heroísmo y compromiso de la libertad, a día de hoy desde Francia, Alemania, Italia se les rinde homenaje a esas mujeres y hombres comunistas que lucharon contra el fascismo en Europa e hicieron frente a unos de los horrores más degenerados de Europa, donde Rusia fue un aliado fiel de lucha contra el fascismo, no, no es lo mismo fascismo que comunismo, al menos yo como comunista y mis compañeros pensamos que este mundo es mejorable, no precisamente desde el odio, sino desde la fraternidad y desde ese internacionalismo que expone al mundo a progreso y no a las guerras de las desigualdades y del odio que genera ese virus llamado fascismo.