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Luis Alvariñas

En el primer trabajo, sobre el ‘Plan de militarización marroquí’, consideraba que el Plan de Militarización Quinquenal, se basa en tres pilares fundamentales, sosteniendo que uno de ellos era el Servicio Militar Obligatorio. Pues bien, a día de hoy, puedo decir que no, sino que forma parte de una estrategia de prevención contraterrorista y de disuadir el hecho migratorio.

Me pregunto: ¿Es eficaz el Servicio Militar Obligatorio en Marruecos desde el punto de vista militar? ¿Cuál es su verdadero propósito?

Marruecos es uno de esos países que desactivaron el Servicio Militar Obligatorio (SMO) en 2007, y que recientemente ha vuelto a reimplantar en 2019. ¿Los motivos? Intentaré desvelarlos en el siguiente trabajo. Lo cierto es que Marruecos se encuentra inmerso en una crisis económica grave, no solo por los efectos de la pandemia, que también; sino, que mantiene un elevado número de desempleados, así como un encarecimiento de productos básicos que ya le viene de lejos, y que afecta a una parte importante de la población, con consecuencias irreparables. Circunstancia que obliga a muchos jóvenes a emigrar al extranjero, perdiendo la nación un importante contingente de recursos humanos que, si bien reporta algún beneficio económico como fuente de divisas, es extraordinariamente negativo a largo plazo para el futuro de Marruecos.

Es, en ese contexto anterior al del inicio de la pandemia, cuando el rey Mohamed VI, toma la decisión inesperada de reactivar el SMO, en el mes de agosto de 2018, valiéndose de su potestad y jurisdicción sobre las FAS, y que se aprobó con posterioridad en el Parlamento (Ley 44/18) en consonancia con el artículo 38 de la Constitución, en el que se dice: <<todos los ciudadanos deben contribuir a la defensa del país y de su integridad territorial contra todo ataque o amenaza>>.

Pero veamos cuales son las condiciones de dicho Servicio Militar Obligatorio (SMO).

Según publicaciones en diferentes medios, los objetivos que se establecen son: reforzar el sentido de ciudadanía, facilitar la integración profesional en el mercado de trabajo y establecer la creación de una bolsa de reservistas.

Se establece con una duración de un año, para los hombres con edades comprendidas entre los 19 y 25 años. Para las mujeres, será con carácter voluntario, y con los mismos límites de edad.

El Ministerio de Interior es el responsable de publicar una convocatoria de carácter anual, en la que figuran en una primera fase unos 130.000 varones, tras un periodo de selección, y en una segunda fase, se publican los listados con los seleccionados para el servicio; a las mujeres, se las reserva un cupo del 10%. Dicho número va en función de la capacidad logística y presupuestaria de las Fuerzas Armadas Reales.

Los elegidos, prestarán sus servicios en las diferentes unidades de las FAS, en dos periodos diferentes, en el primero, reciben una instrucción específica militar, con una duración de cuatro meses, en la que se incluye, formación cívica y religiosa. En el segundo periodo (8 meses), reciben una formación profesional, en función de la capacidad de cada individuo y de su nivel de educación. Durante ese año perciben unos haberes en dírhams, equivalente a 95 euros, cantidad, que podrá ser elevada a 185, según el empleo que alcancen los conscriptos, y disfrutando como es natural, de las siguientes ventajas: cobertura y tratamiento médico en hospitales militares, manutención y vestuario. Por otra parte, aquellos que finalicen su permanencia en filas, tendrán facilidades de acceso a los cuerpos administrativos y Gendarmería Real. Quedando exentos los siguientes casos: aquellos que sufran algún defecto físico, que les impida cumplir sus obligaciones; los que tengan familia bajo su responsabilidad; que se encuentren en fase de estudios, y otros que, teniendo nacionalidad marroquí, se encuentren residiendo en el extranjero. Finalmente; aquellos que hayan sido condenados por algún delito a más de seis meses de prisión, solo podrán prestar el servicio una vez cumplidas las sentencias.

Se establece un régimen de sanciones para aquellos que, habiendo sido seleccionados, se nieguen a incorporarse al servicio, con unas penas que van, desde un mes de prisión a dos años.

Una vez puesto sobre la mesa toda la información disponible, pasaré a analizar el hecho.

La decisión procede del Rey, no a instancias del Ejército, de donde podemos deducir, que inicialmente no había un interés explícitamente militar. En consecuencia, la implementación obedece a otras causas, que no se corresponden con razones de tipo estratégico que afecten a la rivalidad en el espacio geográfico del Magreb y el área del estrecho de Gibraltar.

Las mismas fuentes oficiales, señalan que los dos tercios del esfuerzo, se dedicará a funciones sociales y el resto, a la creación de una reserva. En consecuencia, podemos deducir que la medida en esencia, va dirigida a combatir la pobreza, el desempleo, a evitar la radicalización de los jóvenes más desamparados, y compensar la debilidad del sistema educativo, intentando mejorar la cohesión de la nación, si bien, de forma pausada y escalonada, debido a las dificultades logísticas del Ejército para encuadrar a ese personal.

La creación de dicha reserva será, desde el punto de vista estrictamente militar, insuficiente y poco eficaz, por la mínima duración de la fase de formación militar y por el escaso número de personal seleccionado. Se tienen noticias, por diversas fuentes abiertas, del encuadramiento en el SMO de solo dos contingentes, el correspondiente a 2019, con 10.000 plazas, y el correspondiente a 2020, con 15.000.

Como conclusión, coincido con las autoridades de marroquís en que la decisión se toma por motivos de carácter interno. Teniendo como propósito principal hurtar a una parte específica de la población el peligro de caer en las redes del radicalismo islamista, y reducir el hecho de la inmigración a Europa, para fortalecer la cohesión nacional. Por tanto, valoro que la decisión nada tiene que ver con cuestiones de equilibrio militar, ni en relación con Argelia ni con España. Por otra parte, -según fuentes- podría haberse suspendido todo el proceso, desde mayo de 2020, como consecuencia de la pandemia. Finalmente, y respondiendo a la pregunta que hago en el titular: No, no es eficaz desde el punto de vista militar, por las razones anteriormente expuestas.

Fuentes:

Canarias3puntocero: Diego Carcedo

La Vanguardia

EFE: Fátima Zohra Bouaziz.

El Confidencial: Ignacio Cembrero

Libertad Digital: Ricardo Ruiz de la Serna

Agencia Xhinua.

El Español: Sonia Moreno.