Javier Ángel Díez Nieto

¡Pues no va y ahora…!, saltándose toda la historia de la humanidad, nuestros caprichosos, consentidos y biempensantes buenitas urbanitas. ¡Si esos urbanitas que creen, que la leche sale solo de un tetrabrik!, piensan que pueden cambiar el mundo de la noche a la mañana. Porque, no nos engañemos, al parecer estos “Magnificus Pijus”, urbanitas para más señas, han encontrado la solución a la angustia vital de su existencia. Solución, que los dignifican y que les dice, entre otras muchas cosas, que las fronteras son innecesarias. Que el hombre es como el viento, libre para ir y quedarse donde quiera. Y así, siguiendo este angélico ideal, que fanáticamente abrazan nuestras subvencionadas ONGs y otros muchos más, se dedican en cuerpo y alma a atacar a nuestros centinelas, procurando eliminar las fronteras. ¡Es increíble…lo bueno y lo soplagaitas, que el ser humano puede llegar a ser! Y encima la prensa del régimen, tanto nacional como local, encuentran en ellos la salvación de sus vasallas vidas manchadas de tinta. A este paso, sin duda nos vamos de cabeza a la MI… ¡Perdón!... al precipicio. Lo malo es que el actual gobierno social comunista, les apoya, no ampliando los recursos humanos y técnicos a nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad, para defender nuestras fronteras.

Pero… ¿Qué cosa es eso de frontera?... ¡Bueno…empecemos por el principio! Y si leemos la historia…o al menos, yo así lo he leído, sabemos que la naturaleza es diversa y que, de forma involuntaria, surgió el “homo sapiens” en la tierra hace unos 300.000 o 200.000 años, año más o menos. Todos ellos sin duda, verdaderos ecologistas que, respetando la naturaleza y en armonía con ella, se desplazaban matando alegremente a los animales para comérselos, utilizando como guarnición las bayas, que por el camino encontraban. ¡Eran cazadores! Hoy día, con la ley del bienestar animal, estarían sin duda, todos en la cárcel denunciados por los animalistas. Más ellos, ignorantes de la ley, eran felices, pasándose la vida tapándose con las pieles de los bichos que asesinaban y ocupando las cuevas, antaño refugio de pacíficos animales, como los osos, lobos y otras admiradas alimañas de la naturaleza. De esta manera…triscando como las cabras… ¡Nada tenían, pero eran felices! Bueno… ¡La historia, equivocadamente en vez de ecologistas, les llama nómadas! Como excusa, habrá que decir, que todavía no había buenitas. 

Mas, entonces, no antes, ni después, que las mujeres, por cierto, primer movimiento feminista de verdad, aburridas de sus funciones primarias, como lo era el cocinar, curtir y lavar pieles, además de criar niños, descubrieron la agricultura. Bueno…tampoco fue muy excepcional, porque cuando no viajaban de cueva a cueva, tenían mucho tiempo esperando en el mismo lugar a que sus salvajes hombres, siempre excitados y violentos, volviesen de cazar. ¡No pudo ser de otra manera! Por ello… ellas en sus horas muertas, mirando aburridas los campos, vieron que las semillas enterradas crecían de nuevo. Y que estas, eran productos de cosecha, que podían recoger y cocinar para alimentarse. Además, consiguieron amansar a diversos animales, criándolos amorosamente junto a sus refugios, que luego asesinaban y comían. ¡Que poco corazón, mostraban con la fauna y la flora de su alrededor! (¡Hoy día, todas ellas serian unas fachas nazis!). Y de esta manera sutil y pacífica, acabaron con la vida nómada de sus salvajes y violentos hombres, encerrándolos en sus casas y con ellos (siempre violentos y excitados), comían todos los días multiplicándose sin parar. ¡No, lo sabían!, pero de esta manera, empezaban a transformar la naturaleza alterándola en su propio beneficio. ¡Hoy esto estaría prohibido, por nuestros nuevos ecologistas buenitas y su agenda 20/30!

¡Y sigue la historia…! Pero claro, una vez asentados, como sociedades agrícolas, algo más tenían que hacer. Y también aburridos con tanto tiempo libre, descubrieron la necesidad, no solo de la agricultura, sino que, al establecerse siempre en el mismo lugar, que consideraban ya como propio, podían almacenar grandes cantidades de alimentos. ¡Y sin darse cuenta, inventaron lo que hoy día conocemos como “TERRITORIO”!. Al tiempo, este almacenamiento, exigió que alguien se encargara de su gestión y los elegidos para ello, sin darse cuenta inventaron los palotes, para saber cuánto tenían y cuanto se llevaba cada habitante del territorio. Daban lugar, con ello, al nacimiento de la corrupción y de la malversación de los bienes públicos, por parte del que los vigilaba. Mas, el manejo de Palotes, pronto se convertirían en una forma de comunicarse entre ellos, permitiendo el descubrimiento de la “ESCRITURA” y ¡la falsedad documental! Pero con ella (no lo sabían al principio), pronto se dieron cuenta de que, unificando los sonidos guturales primarios en signos escritos, podían transmitir sus ideas a otros individuos, aunque estuvieran ausentes, e inventaron la “GRAMÁTICA”, obligando a todos a comunicarse de una misma forma. Por todo ello y como solo podían sacar los alimentos, los propios del grupo humano en un determinado territorio, empezaron a considerarse ellos mismos, como “CIUDADANOS”.

“CIUDADANOS”, que como se conocían entre ellos se consideraban amiguetes. Y estos amiguetes, mezclándose solo entre ellos, empezaron a relacionarse con los mismos usos, costumbres y gramática. De esta forma, sin darse cuenta, se sentían unidos por lazos de “SANGRE, TERRITORIO, LENGUA, Y COSTUMBRE”, considerándose diferentes a los demás grupos. Al tiempo y poco a poco, la idea de un ser superior que solo a ellos los protegía, daría lugar a la conciencia de una “RELIGION”. ¡Eso sí…una propia para cada grupo existente! Consecuentemente, todo ello, “sangre, territorio, lengua, costumbre, ciudadanía y religión”, crearía un nuevo concepto, que actualmente conocemos como “CIVILIZACION”. Luego… separados como estaban unos de los otros, elegían cada uno de ellos (normalmente al más bruto), como jefe o rey. Y este rey o jefe, seria quien decidía sobre su territorio y sobre sus ciudadanos, conociéndole como “SOBERANO”. Y al que se oponía… ¡Palo y tentetieso!

¡Con todo ello, pasaban tan mansamente, los días, las semanas, los años e incluso los siglos, nuestros antiguos ancestros! Eso sí, cada vez que se encontraba un grupo con otro, con diferente jefe y religión, pues… ¡Alegremente, se liaban a tortas! (Esta es una festiva costumbre que… ¡Gracias a Dios, todavía mantenemos!). No obstante, surgían también otras ideas como era la necesidad de “FRONTERAS”, para proteger el desarrollo socio/económico de un grupo estable en un determinado territorio y con una determinada política social. Ambas ideas, junto al lugar de descanso de sus ancestros, conformaran el sentimiento de “PATRIA”, permitiendo que al extraño se le considerase “EXTRANJERO”. Es decir, aquel que pertenece a otro territorio, con sangre, lengua, religión y costumbres diferentes. Por ello, la creacion de “FRONTERAS” permitianconsolidar una Paz interna, basada en la protección de sus determinados pensamientos y regímenes políticos. Frontera, que permita al ciudadano, ser siempre el arquitecto de su propio destino.

Tenemos, por tanto, varios los conceptos que la historia nos ha entregado…”SANGRE, LENGUA, COSTUMBRE, RELIGION, CIVILIZACION, SOBERANIA, EXTRANJERIA y FRONTERAS” Conceptos, que conforman nuestros pensamientos para vivir en sociedades determinadas. Y todos ellos, aparecen como conceptos necesarios, derivados de la lógica historia social de la evolución humana. Sin embargo, al parecer, nuestros buenitas, junto con las subvencionadas ONGs y algunos más, han superado la historia, y así, consideran que todo esto debe cambiar. Y de esta manera, el estúpido progresismo, que impera actualmente en toda sociedad occidental, conseguirá acabar con su lógica evolución. ¡Vamos que si antes había un idiota/ ahora cada vez que despertamos…hay más idiotas!

Y así, estos buenitas, olvidando que Ceuta es española, incluso antes de que Marruecos fuera nación, se dedican a atacar a nuestros centinelas. Estupidez de unos cuantos, que, utilizando nuestras propias leyes, a nuestros jueces y sobre todo a nuestras ONGs, se dedican a defender solamente a sus violentos atacantes, denunciando a sus centinelas. ¡Y ya está bien de que los imbéciles, que nos rodean sin más visión que las mentiras que solo alargan cada día más su propia nariz, nos impongan lo que hay que hacer!.