Gente Calle Real Comercios Centro-1
Gente Calle Real Comercios Centro-1

 

José Antonio Carbonell Buzzian

  

El comercio en nuestra ciudad es uno de los sectores a los que más ha afectado la pandemia del covid-19, no hay más que darse un paseo por la calle Real e inmediaciones para encontrarnos persianas bajadas que han echado el cierre con carteles de “se alquila”. Han zozobrado en medio de una tormenta perfecta.

Los datos hablan por sí solos, en el año 2020 cuatrocientas empresas se fueron a pique. El colapso de la frontera, agudizó semanas antes el confinamiento que, tuvo su punto álgido con la crisis del pescado a finales de febrero de este mismo año.

El estadillo de esta pandemia, ha hecho que el tejido productivo de Ceuta aún no haya podido lograr engrasar la maquinaria para poder recuperar los niveles precrisis de actividad como en el número de creación de nuevas empresas de alta en el sistema. Sin duda las pymes y autónomos son los grandes afectados, pues se han visto obligados a afrontar cierres totales de sus negocios.

Las iniciativas del ejecutivo local para ayudar a estas pymes fueron nefastas, de hecho no sirvieron para nada, ya que fueron nimias. Muchas pequeñas y medianas empresas hubiesen podido mantenerse a flote con el apoyo necesario y al no haber sido así, se han visto obligadas a cerrar. 

Resulta sorprendente que desde el Gobierno central se contemplen 13.486.000 euros que recibió nuestra ciudad por un RDL del 5/2021 del 12 de marzo del 2020 respecto a las medidas extraordinarias de solvencia empresarial en respuesta a la pandemia de la covid-19, y que a mediados de octubre de 2022 apenas se hayan aprobado ayudas por un importe de 3.800.000 euros, sin que se consiguiera llegar a los sectores más vulnerables de nuestra economía como son los beneficiarios que tributan en régimen de estimación objetiva tal y como la propia memoria de los presupuestos reconoce de manera literal.

Todo esto es un suma y sigue de los que gobiernan de no saber gestionar los recursos que tantísima falta les hicieron a esas empresas y que a día de hoy no existen. Esta desidia que está instaurada desde hace dos décadas, es por culpa de todos los ceutíes, ya que aún no hemos aprendido que, si queremos que esta situación se acabe lo único que debemos de hacer es votar por un cambio radical y esto significa que Ceuta necesita a personas que se impliquen de verdad ya que esta ciudad lleva inmersa en el caos demasiado tiempo, con tipos que la han colocado a la cola. Hemos estado dos décadas en manos de individuos trasnochados sin escrúpulos.