- El mes de marzo ha sido desde 1857 un mes clave en la historia de las mujeres.

El 8 de marzo de dicho año, empleadas de la industria textil de Nueva York, decidieron hacer una protesta para luchar contra los bajos salarios y las condiciones inhumanas en las que trabajaban. No consiguieron lo que querían, ya que la policía acabó dispersándolas. Sin embargo, fue un gran paso, para que dos años más tarde, en ese mismo mes, esas mismas mujeres crearan su primer sindicato con el fin de conseguir lo manifestado anteriormente y que se les asegurase un mínimo de derechos laborales.

De nuevo un 8 de marzo, esta vez en 1908, aproximadamente 15.000 mujeres, se volvieron a manifestar en Nueva York, para exigir además de un mínimo de derechos laborales, el derecho al voto y el fin del trabajo infantil.

Esta manifestación fue mucho más sonada, lo que hizo que en mayo, el Partido Socialista de América señalase el último domingo de febrero como Día Nacional de la Mujer. Y así fue hasta 1914, dónde el 8 de marzo millones de mujeres alemanas, francesas y suecas salieron a la calle para manifestarse contra la guerra y a favor del voto. En recuerdo de esta manifestación, pasó a celebrarse cada ocho de marzo, el Día de la Mujer. Finalmente a partir de 1917 el 8 de marzo comenzó a universalizarse.

Aunque hayan pasado más de 90 años, seguimos celebrando el 8 de marzo, y que menos que hacer esto por aquellas mujeres que gracias a su valentía, perseverancia y actitud han hecho que, hoy en día, el resto podamos disfrutar de derechos laborales, del derecho al voto y del resto de derechos políticos y sociales que hacen que la figura de la mujer cada día esté más igualada a la del hombre, dejando a un lado y sin importancia, al hecho de ser hombre o mujer.