- El Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) se une a la conmemoración del día contra el trabajo infantil, este año dedicado por la Organización Internacional del Trabajo a su eliminación en las cadenas de producción.

Cerca de 215 millones de niños trabajan en el mundo, este hecho provoca que se les niegue ser lo que son: niños; se le impida su normal desarrollo, ni reciben educación, ni tienen tiempo de ocio; más de la mitad padecen las peores formas de trabajo infantil como el trabajo en ambientes peligrosos o la esclavitud y otras formas de trabajo forzoso, incluso son obligados a realizar actividades ilícitas, como el tráfico de drogas o la prostitución, cuando no son alistados para participar en conflictos armados.

Como dice la declaración de la OIT de este año: "Es evidente que el trabajo infantil no tiene cabida en mercados con un buen funcionamiento y debidamente reglamentados. Sin embargo, hoy por hoy, el trabajo infantil continúa muy difundido en las cadenas de suministro” y añade que “Si actuamos unidos, está en nuestras manos lograr que el futuro del trabajo sea un futuro sin trabajo infantil."

El MDyC quiere unirse a esta lucha e invitar a los y las ceutíes a hacerlo, el Día mundial es una oportunidad para llamar la atención de los y las empresarias y los y las consumidoras sobre lo que se puede hacer para impedir el trabajo infantil en las cadenas de producción. Unos, evitando la contratación con aquellos suministradores que no garanticen la inexistencia de explotación infantil en sus cadenas y otros, exigiendo ese compromiso a las empresas que les compran.

Un gesto sencillo que puede cambiar la vida a millones de niños, que pueden ofrecerle su futuro, el Parlamento Europeo, ya intentó en el 2009 instando a la Comisión a que proponga un método uniforme para el etiquetado de productos importados en la UE de manera que se certifique que han sido fabricados sin recurrir trabajo infantil en cada fase de la cadena de producción. Hoy la organización sin ánimo de lucro Child Labor Free, que nace en Nueva Zelanda con el objetivo de crear una etiqueta que acredite a aquellas firmas que, tras someterse a una auditoría independiente a cargo de la consultora Ernst & Young, puedan asegurar que ni ellas ni sus proveedores han utilizado mano de obra infantil en su proceso de producción.

El MDyC quiere proponer a los y la ceutíes un gesto tan sencillo como exigir esta etiqueta en nuestras compras, puede hacer que hoy mismo un niño pueda acudir a la escuela en vez de al trabajo.