Javier Ángel Díaz Nieto

¡En un futuro muy lejano…lejano…o… ¿no tan lejano?! Ese país conocido como España ha cambiado mucho gracias a todos. De esta manera se consiguió lo que tantos querían y sin que nadie tuviera nada… todos eran felices. Pero bueno…empecemos por el principio y sus causas y terminaremos por el final y sus resultados.

Para empezar el feminismo ha triunfado de tal manera que el machismo ha sido borrado de la faz de la nación. No obstante, tampoco el feminismo se mantuvo mucho tiempo, ya que la culminación de la ley del Lgtbi y la trans, permitiendo la capacidad el ser humano de elegir su género a su antojo, también lo extinguió, dejando únicamente el hembrismo. Es decir, el triunfo de las hembras por ser hembras. Todo ello, unido al descubrimiento de la partenogénesis, permitía a la hembras quedarse embarazadas por ellas mismas, sin necesidad de nadie. De esta manera y dado que el aborto había alcanzado la calificación de Derecho Humano, si el embarazo era de un varón se abortaba y santas pascuas. La longevidad del varón desapareció, porque al considerar la eutanasia también como un derecho humano se podía eliminar a los varones que alcanzasen cierta edad o del ser que saliese con alguna tara. Todo ello, permitió la reducción del número de habitantes en el mundo, hasta entonces muy poblado.

La tecnología había desaparecido, las agendas 2030 y 2050 habían sido cumplidas a rajatabla y superadas, ya que todo sistema de producción influía en el medio ambiente, dejando obsoleta la vida social tal como antiguamente era conocida. El respeto a la naturaleza era total. De esta forma la fauna y la naturaleza había invadido todo el territorio, dejando un verdadero vergel de bosques y plantas que crecían por doquier. El cambio climático había sido evitado, solo se producía co2 para la reproducción de la flora, facilitando el medio ambiente. La fauna aumento en número, dejando que los carnívoros, quienes por cierto…no fueron convencidos para hacerse veganos, se dedicaban a alimentarse de los indefensos herbívoros, como siempre habían hecho. Todos estos últimos veganos por naturaleza.

En los seres humanos, los veganos se impusieron y se dejó de comer carne, para ser sustituía por alimentos exclusivamente vegetales. La carne era simplemente nuevo pasto para los herbívoros humanos. Con estos triunfos la humanidad, había disminuido drásticamente, la tecnología había sido abandonada, la diferencia de sexos anulada y la naturaleza había triunfado… ¡como debe ser! Los pocos humanos que quedaban, al carecer de garras y dientes para defenderse, tenían que refugiarse en profundas y oscuras cuevas para sobrevivir felices. Solo tenían que salir de noche y a escondidas para recoger las raíces e hierbas que necesitaban para su sustento. Eso sí…siempre con cautela de no ser presa de los hambrientos carnívoros que les acechaban siempre para merendárselos.

Gracias a ello, los humanos que vivían en cuevas dejaron de pelearse ente ellos y con los demás. Bastante tenían con sobrevivir y ver la luna todos los días. Eso sí…cada grupo tenía su cueva que consideraban su territorio y no necesitaban independizarse de los demás territorios. La paz se extendía sobre todos ellos y vivían felices. Tan solo alguna riña por comerse la raíz que algunos habían traído para ellos, pero esto…pecata minuta. Y así en este mundo feliz que se formó, gracias a la elucubración de algunos, nadie tenía nada y todos eran felices. Porque eso de la felicidad es muy nuestro.

Pero bueno esto no deja de ser más que en mundo muy…muy lejano, que nosotros no conoceremos por… ¿desgracia? Y a lo mejor tampoco es así del todo. Y… ¡colorín, colorado, esta historia del futuro se ha acabado! Aunque yo personalmente en ese futuro no quiero vivir