- Ante la jornada de paro nacional, convocada el pasado 9 de mayo, por la Plataforma Estatal por la Escuela Pública (integrada por la Confederación Española de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA),...

...las principales organizaciones sindicales de este país, estudiantes y Movimientos de Renovación Pedagógica), el PSOE de Ceuta, que apoyó esta jornada, felicita a toda la Comunidad Educativa, porque gracias al esfuerzo desarrollado por esta Plataforma, los resultados del paro a nivel nacional, declaraciones, manifestaciones, actos, trabajo desarrollado por el Grupo Parlamentario Socialista, así como el del resto de fuerzas políticas de la oposición, se ha conseguido paralizar, de momento, la entrada en Consejo de Ministros de la Ley Wert, lo cual no quiere decir que sea retirada definitivamente.

Agradecemos también, de un modo especial, el gran esfuerzo realizado por el profesorado que en Ceuta secundó la jornada de paro, así como a los estudiantes y a las madres y padres que han colaborado. El Partido Socialista no pretende, tanto en el tema de la educación, como en otros relacionados con la situación económica del país, aprovecharse de las circunstancias actuales, para tratar de conseguir un mayor nivel de rentabilidad electoral. El Comité Sectorial de Educación del PSOE de Ceuta, considera que no sería honesto pretender buscar el enfrentamiento con el Gobierno, porque pueda favorecer unos determinados intereses políticos. Eso no quiere decir que no se posicione, como ha manifestado en los actos que ha organizado, que no está de acuerdo con la Ley Wert y que rechaza de un modo rotundo sus planteamientos y objetivos.

Lo que al Comité Sectorial de Educación del PSOE de Ceuta le preocupa, como al Partido Socialista en todos los ámbitos de la situación en que actualmente se encuentra nuestro país, es contribuir a que España salga de la encrucijada que nos envuelve a todos los niveles. Somos conscientes y sabemos que se nos acusará de ser los responsables de lo que está sucediendo. Reconocemos que podemos haber cometido errores, pero ya los estamos pagando después de los resultados electorales y teniendo que trabajar en la oposición, pero que se tenga presente, que mantenemos intactas y con más entusiasmo que nunca, nuestros deseos de trabajar por la mejora de la educación en nuestro país y por supuesto en nuestra ciudad.

No estamos en el Gobierno local y nacional, pero sí tenemos todo el día para trabajar al servicio de los ciudadanos y utilizaremos todos los resortes que la democracia, la Constitución y las posibilidades que las instituciones donde nos encontremos nos permitan, para poner a disposición de la sociedad nuestras ideas, propuestas, así como las que la ciudadanía nos haga llegar, para defenderlas con todos nuestros recursos institucionales y hacer que se consideren, porque no somos pesimistas, no cejaremos en nuestro empeño y trataremos de conseguir resultados, escuchando a todos, estando al lado de los problemas de toda la Comunidad Educativa, madres, padres, profesorado, estudiantes y en contacto con las organizaciones sindicales y todas las asociaciones y movimientos pedagógicos que están inmersos en el mundo de la educación.

Volviendo a la Ley Wert, exigimos su retirada. Es la primera vez que una huelga abarca a todas las etapas educativas y donde se sigue manteniendo el rechazo de todos los sectores de la Comunidad Educativa. La Ley Wert da respaldo legal, para que con dinero público se financie que los niños y niñas puedan estudiar por separado, a pesar de las sentencias en contra del Supremo y del Consejo de Estado. Supone un giro a tesis conservadoras de un pasado no democrático. Propicia la desigualdad, con recortes que pueden afectar a las ayudas, a la atención a la diversidad, a la disminución del número de profesorado, de los recursos.

Con las reválidas y las evaluaciones externas se manifiesta una profunda desconfianza en el profesorado, que es uno de los pilares básicos de la educación. Suprime la educación para la ciudadanía. Deja la puerta abierta al establecimiento de criterios elitistas de admisión, siendo la Escuela Pública la que va a salir perjudicada, pues uno de sus principales objetivos es que la Escuela Pública, que siempre ha sido la compensadora de las desigualdades sociales, vea mermadas sus posibilidades, que gracias a los Gobiernos socialistas recuperó el protagonismo que le corresponde, en una sociedad donde se propugne una sociedad más solidaria y con más justicia social. Todo lo contrario a los “rankings” de centros, para establecer un sistema elitista, que permita supeditar la admisión del alumnado a criterios selectivos de carácter académico, ideológico u otros, que rompan el principio de equidad e igualdad.

Como decía la portavoz Socialista, Soraya Rodríguez, la Ley Wert no ha sido la ley más dialogada. Una cosa es que haya una serie de reuniones convocadas por el ministerio y otra es que haya un verdadero diálogo, ya que éste “requiere de escucha y de que las posiciones se puedan mover”.

Esta nueva reforma educativa que pregona el Ministro Wert responde a los objetivos de cómo quiere el PP que sea el futuro de la sociedad española, más que a las metas que pudieran establecerse tras un análisis riguroso de la situación actual de la educación en España. Esto no quiere decir que se pueda (y se deba) realizar mejoras en el sistema, ni que todo lo legislado por los gobiernos socialistas sea mejor que lo que ahora se propone, pero sí exige una voluntad en el ejercicio de la reforma que demuestre la consecución de un bien común, con equidad y sin exclusiones.