carlos antón torregrosa
Carlos Antón Torregrosa

Llega el fin de mes y de nuevo muchos docentes ceutíes verán que sus nóminas deberán esperar otro mes más.  Ya sucedió el pasado curso, tampoco se abonaron las nóminas e incluso muchos profesores tardaron más de un mes en recibir el sueldo.

Ya sabemos que la culpa  es del  ordenador, el nuevo y extraordinario programa informático, la falta de técnicos que manejen los entresijos sobre nóminas y lo referente a estos asuntos.

Melilla siempre es una ciudad aventajada en estas lides; la ciudad hermana no practica la bofetada económica a los maestros y profesores.

Nada podemos hacer excepto poner la cara de " Cordero degollado" y sentirnos afortunados pues pagarnos, nos pagarán.

Suspendamos los salarios de todo el País: Todo el mundo a esperar, ya nos pagarán, tampoco es para tanto que a uno no le paguen lo que le deben.

Debería el Ministerios hablar con los bancos, con los supermercados, con la compañía del agua y la luz, con el dueño de Mercadona  y el Carrefour, con los dueños de los pisos alquilados, con las compañías navieras, con los suministradores de gas, con las gasolineras, con las tiendas de ropa y de libros , con los ayuntamientos a los que pagamos impuestos. ¿Qué más da? ¿Qué importancia tiene estar uno o dos meses sin recibir el sueldo si el Ministerio siempre paga.

Mañana vamos a organizar rezos, comprar velorios y empaparnos con agua bendita para que, por lo que más quiera Dios, ningún funcionario de la Dirección Provincial caiga enfermo, sería terrible para otro fin de mes en blanco.

Así es. No hay sustituciones para estos trabajadores que hacen el trabajo de dos o de tres. Tienen que doblarse porque nadie hará el trabajo de su compañero. Nóminas, personal, registro y un etcétera de plantilla sin cubrir por razones varias.

El buen hacer de la Directora Provincial no tiene respaldo logístico del lejano Madrid y, en vez de dar ejemplo a las otras comunidades con las competencias educativas transferidas, somos el hazme reír del colectivo educativo.

Oiremos las frases de siempre sobre lo bien que vivimos y las vacaciones que tenemos. Poca gente pensará en nosotros cuando llegue fin de mes y estemos tiesos y pelados.

Maldito parné.

Yo marcho a mis rezos y a consultarle a Aramís Fuster o a la Pitonisa Lola a ver qué pasa con la nómina en noviembre.

Eso sí, todos punto en boca no vaya a ser que se enfaden.

Repitamos el mantra"  Programa informático de nóminas que estás en los cielos, hágase tu voluntad.

Voy a ver si nos presta algo cofidis.