- No se descubre nada aseverando que nuestro país tiene problemas con la inmigración en las fronteras del sur, que afectan a Ceuta y especialmente a Melilla.

En estos días se han puesto de moda en las noticias relacionadas con este tema, las graves consecuencias para la vida de las personas cuando intentan pasar las vallas fronterizas, si están defendidas con el sistema de cuchillas denominado concertinas.

Múltiples organizaciones en defensa de los derechos humanos han expresado su preocupación, para que este procedimiento no se aplique. Es cierto que en el periodo del último Gobierno socialista ya fueron utilizadas, pero no es menos cierto que el anterior Ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba y actual Secretario General del PSOE, ordenó que se desmantelaran, porque como le espetó al Sr. Rajoy en una entrevista: “Mariano, que estas cuchillas cortan” y en defensa de los derechos humanos, el Partido Socialista a nivel nacional y como también manifestó José Antonio Carracao, debe privar en primer lugar el respeto a los derechos humanos.

Mientras estoy escribiendo este artículo no tengo noticias de que se haya variado la decisión de seguir adelante con la implantación, parece ser que están analizando el problema. Sin embargo, no debe confundirse la oposición a este sistema, con pensar que no se deban adoptar las medidas pertinentes para salvaguardar las necesidades respecto a la función de las fronteras, hecho que es indiscutible, porque ni Ceuta, ni el resto de nuestro país pueden asumir que todos los inmigrantes pasen libremente.

Existe una buena relación y colaboración de Marruecos sobre esta cuestión y nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, como no puede ser de otra manera, están desempeñando con el máximo esfuerzo y eficacia su misión, lo cual no implica que se continúe trabajando por la mejora de la coordinación y la valoración del número de efectivos.

En diversos foros ha sido abordada reiteradamente la necesaria e inaplazable intervención de las Instituciones de la Unión Europea, que están implicadas en este problema. Hechos recientes como lo sucedido en Lampedusa han demostrado, que de un modo efectivo y contundente tienen que intervenir, comenzando por la política exterior europea, así como las instituciones internacionales de la ONU. No pueden seguir mirando hacia otro lado, ante la evidencia de los problemas de desequilibrios sociales y económicos que afectan a un elevado número de países africanos, sin dejar de mencionar los diversos problemas bélicos y las graves relaciones por las que atraviesan algunos de ellos. El hambre no entiende de fronteras y el mundo no puede permanecer impasible.

Pero entre los objetivos de este artículo estaba también poner de manifiesto el problema de otro tipo de fronteras, las que metafóricamente hablando denominaría “ fronteras sociales”. Serían las “fronteras internas” de cada país, como sucede con el nuestro, que no tienen vallas, pero que también cuentan con otro tipo de “concertinas”, no en forma de cuchillas, pero que social y humanamente también producen desgarros que pueden llegar a producir grandes sufrimientos personales y sociales, sin descartar la muerte física, como ha sucedido en casos de desesperación por desahucios.

Se podrá argumentar que se está exagerando con esta denominación, porque en lo que afecta a nuestro país, el funcionamiento de las Instituciones y las decisiones de nuestro Gobierno, están avaladas por la mayoría de los ciudadanos que eligieron la composición Parlamentaria que actualmente tenemos. Pero los hechos y el pensamiento de los ciudadanos no se quedan paralizados al día siguiente de las elecciones. La oposición política tiene que seguir trabajando, para defender también sus posiciones, a las que democráticamente también tienen derecho y obligación de defenderlas por los ciudadanos que representan.

Pero en los domicilios, en los lugares de trabajo, también los que no pueden trabajar y en la calle, no dejan de producirse manifestaciones de oposición a las “fronteras sociales” que continuamente está levantando este Gobierno, con las decisiones que adopta, que además de romper sus promesas electorales, cada vez están produciendo más desequilibrios sociales y económicos. La división y el interés cada vez más descarado por el Gobierno actual de intentar desacreditar lo público y fomentar actuaciones que favorecen el desmantelamiento de los servicios públicos, para que entren en liza los intereses privados. No es una crítica a los legítimos derechos de las empresas, que no necesariamente en una economía de mercado, como la nuestra, tienen que ser públicas, pero insisto, me refiero a los servicios públicos. El ataque despiadado a la Escuela Pública, la externalización que amenaza los servicios sanitarios, pueden poner en peligro la existencia de una Sanidad de carácter público y universal, las pensiones que están peligrando por la pérdida del poder adquisitivo, la falta de una política decidida por defender las políticas sociales relacionadas con la igualdad, la vivienda, los servicios de atención a la dependencia, el acceso al crédito… hacen que las “fronteras” que separan a los que más tienen cada vez tenga una mayor extensión, mientras el número de afectados por las dificultades económicas y sociales va siendo más numeroso.

Esas “fronteras” tienen que eliminarse, y los ciudadanos están en su derecho también de oponerse a que sus “concertinas” dejen de cortar y que no produzcan más dolor en la ciudadanía, democráticamente por supuesto, pero con toda la legitimidad que la Constitución permite. Quiero en este sentido destacar algunas de las enmiendas presentadas por el PSOE de Ceuta, aprobadas en la reciente Conferencia Política del Partido Socialista: “Enfocar las políticas económicas hacia la consecución de un nuevo modelo de crecimiento centrado en la economía social, valorando las relaciones humanas por encima de las mercantiles” “Más valor a las tecnologías limpias, el tratamiento de los desechos, la edificación verde y los bosques sostenibles” “Políticas de empleo juvenil y políticas de empleo específicas para Ceuta” ”Poner especial interés en el desarrollo del Fondo de Garantía del Pago de Alimentos, para facilitar la independencia de la mujer y el bienestar de los menores” “Estudiar y buscar soluciones ajustadas a las normativas internacionales que defienden los Derechos Humanos de las mujeres porteadoras de Ceuta y Melilla” “Puesta en marcha de una verdadera Ley de Igualdad Europea, que favorezca una Ley de igualdad salarial, distribución equitativa de los salarios y reparto del tiempo”…