Pero no sólo es el Gobierno quien está dentro del tablero de este ajedrez. Cuando una persona entra en el mundo de la política y alcanza el poder, a veces, se olvida de su lugar de procedencia. Me consterna tener que observar que, salvo representantes electos contados con los dedos de una mano, la gran mayoría vive en una entelequia paralela a la que tenemos en Ceuta. Personajes que exclusivamente acuden a las Comisiones, cuando van, o a los Plenos, y que terminado el pastel se van a vegetar una vida alejada de la política porque ésta, mientras te dedicas a ella, tiene que se constante. Hay que vivir para la política, no de ella. Con esta dinámica es imposible que se percaten del día a día de muchos hogares de esta ciudad intercultural, pero separada por estamentos estáticos y vacíos. A veces me pregunto el porqué de estas entradas en política que manchan la misma y facilitan la desafección. Tantas cosas que no deberíamos de permitir, y sin embargo permitimos. Y no, no es una canción.
- martes 23 abril 2024