Ya no se acuerda el señor Carreira de sus inicios sindicales, y cómo se arrimaba a sus compañeros, llorándoles, para que lo dejaran asistir a los viajes, totalmente gratis colándose en las habitaciones sin pagar absolutamente nada; compañeros a los que a algunos de ellos apenas saluda desde que está en el poder. Algo muy normal en gente de derechas.

¿Eso no es vivir a costa de los demás? Pienso que sí.

Desde hace tiempo, Carreira tiene los papeles perdidos, no sabemos que le pasa, pero pierde la fuerza por la boca, siendo el menos indicado para hablar, con todo lo que tiene encima.

Todos sabemos que su puesto de Viceconsejero es totalmente ilegal y que recuerde que él es la tercera o cuarta opción de los populares, ya que perdió unas elecciones internas a la presidencia de su partido, contra Pedro Gordillo, al que ustedes, los populares defenestraron.

Carreira despotrica cuando habla del Senado, sin saber que el señor Carracao renunció a ese puesto, debiendo preocuparse de su partido y comprobar la inutilidad de los senadores con los que cuenta nuestra ciudad, los cuales al ser preguntado en la Cámara Alta a sus propios compañeros de partido, ignoran de su existencia. ¿Quienes son?

La palabrería del señor Carreira no da miedo, es nerviosa y sin fundamentos, más aún cuando sabe con certeza que su partido huele a podrido y si la Fiscalía actúa, lo de Marbella se va a quedar en algo ínfimo, si lo comparamos con nuestra ciudad.

Quizás algunos cuando vuelvan al centro penitenciario ejerzan funciones diferentes.

En este tema, hemos ganado que la ciudad sea conocida a nivel nacional y todos los medios de comunicación se hacen eco de las noticias de corrupción que nos sacuden, dejando en evidencia todas las campañas realizadas por la Consejería de Turismo.

De aquí a unos meses, seguiremos presenciando más dimisiones, aunque llevamos tiempo esperando una, pero al igual que el Señor Vivas, éste sigue apoltronado a su sillón de la Consejería de Medio Ambiente, Servicios Comunitario y Barriadas. En fín, todo llega.