Hace tiempo que llevamos escuchando comentarios y falsas afirmaciones, que estamos seguros de que no sólo no aportan nada a mantener una pacífica convivencia entre los españoles, sino que llegan a resultar incómodos, provocadores y por supuesto, faltan el respeto a toda la ciudadanía ceutí, así como, a nuestros vecinos de Melilla. Nos referimos a esos impertinentes comentarios dichos a menudo, por personajes mediáticos con influencia en otros que terminan haciendo dudar sobre si Ceuta y Melilla son o no españolas.

Y es que en este caso, hacer oídos sordos a este tipo de comentarios, podría ser interpretado por aquellos que se atreven a cuestionar nuestra propia nacionalidad, como aquello de “quien calla, otorga”. Pues bien, lo que es seguro es que desde el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía, ni nos vamos a callar, y por supuesto, tampoco vamos a permitir que se otorgue ni un ápice de reconocimiento a estas provocaciones.

Tampoco hay que ser un genio para entender que Ceuta y Melilla son dos pequeñas ciudades autónomas, que pertenecen a un país, y que ese país, según tenemos entendido, hemos leído, aprendido y hasta aparece en una norma tan fundamental, aunque algunos se empeñen en obviar, como es la mismísima Constitución Española; es España; y Ceuta y Melilla forman parte de ella.

Desde luego, esas falsas e injustificadas afirmaciones y comentarios, sólo pueden provenir de unas mentalidades no sólo arcaicas, desfasadas, primitivas y colonialistas; sino totalmente cerradas y que buscan únicamente desprestigiar la identidad y la forma de vida ceutí y melillense.

Nacer o residir en estas dos bellas ciudades autónomas, separadas de la Península, por el Estrecho de Gibraltar, pero unidas a ella en una única concepción; no debe suponer una desventaja ni mucho menos un sentimiento de marginación o de separación; sino que lejos de esas ideologías, debemos sentirnos orgullosos de pertenecer a estas dos pequeñas pero grandes perlas del Mediterráneo.

Personas que de manera irracional nos consideran como una ciudadanía de segunda, no debemos permitir que tengan ningún tipo de protagonismo ni mucho menos debemos tolerar que esas arcaicas mentalidades nos transmitan algún tipo de complejo. En este sentido, nos referimos no sólo a desconocidos, sino que lo más grave es que debemos escucharlos de personas públicos e incluso hemos presenciado “meteduras de pata” por parte de nuestros propios gobernantes.

Defender que los ceutíes y los melillenses somos españoles es reivindicar constantemente unos hechos y unos derechos que de ningún modo pueden ser cuestionados, ya que pertenecen a nuestra identidad como ciudadanía y por lo tanto, la dignidad de ser ceutí y melillense debe superar cualquier prejuicio o estigma que nos intenten trasladar.

Desde el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía, plasmamos en estas líneas nuestra opinión y reafirmación en que Ceuta y Melilla deben ser respetadas y tratadas de manera justa e igualitaria.