- Tras el referéndum de 1978, el pueblo español recuperó un “estatus” que ya tuvo en la etapa de 1931 hasta 1936, arrebatado tras un golpe de estado fascista.

La memoria histórica, criticada por nostálgicos/as que añoran los golpes de sables y de cadenas falangistas, nos demuestra que si de algo debe enorgullecerse este país a lo largo de su historia, es de la etapa de la II República donde hombres y mujeres vieron progresar su estado de derecho hasta alcanzar la utopía, la igualdad, con tan alto coste en pleno siglo XXI.

La II República, con sus errores y aciertos, no puede tener discusión alguna para un/a demócrata y defensor del derecho de las personas ya que hablamos de la primera vez que el pueblo español disfrutó de una etapa democrática que auguraba un gran futuro, enriquecido sin duda, por la generación del 27, una explosión artística y cultural que hubiese generado una etapa de oro dentro de la historia española.

La República no es solo deshacernos de la figura monárquica. Para los que la defendemos vemos en ella la conquista de la voluntad popular, donde un agricultor tenía el derecho de labrar su propia tierra sin sometimientos de grandes terratenientes, donde grandes organizaciones perdían sus privilegios en pro de un pueblo necesitado de educación y trabajo.

Enorgullecerse de la II República no es ser anti-patriota, al contrario, es ser más patriota que los que se ponen con los ´pelos de punta´ al escuchar un himno o al ver ondear una bandera. Defender un estado de derecho donde la mujer tuvo la oportunidad de votar y sentirse con los mismos derechos que un hombre, debería acallar a todos esos nostálgicos/as que hoy, 14 de abril, lo tienen tachado como una fecha negra. Defender la etapa democrática de este país es querer a este país, querer que las personas que lo componen crezcan y se desarrollen como merecen, eso es querer a España y lo contrario solo obedece a otros tipos de intereses.

El 14 de abril de cada año, debería ser en España una fecha de orgullo. Recordar que este país votó y creó un estado constitucional basado en una democracia plural, es ser conscientes, de que antes de la etapa sangrienta del franquismo, existió algo parecido a lo que tenemos hoy en día. Una etapa convulsa, no es para menos cuando los grandes terratenientes pierden sus derechos y harían cualquier cosa por recuperarlos, y de errores en muchos casos, hoy en día gobierna Mariano Rajoy que ya de por sí es un gran error, pero una etapa de orgullo donde tuvimos la gran oportunidad de haber establecido y enraizado lo que hoy defendemos con normalidad, la democracia. Hoy 14 de abril no vamos a dejar de recordarlo, porque los de ayer fueron sometidos solo por las armas, y ellos defendieron la libertad de nuestro pueblo.

Salud y República.