Emilio Carreira, durante el transcurso de una rueda de prensa
Emilio Carreira, durante el transcurso de una rueda de prensa
Emilio Carreira

Las últimas declaraciones de Juan Gutiérrez, secretario general de los socialistas ceutíes, suenan a algo así como un grito de desesperación.

Le tiene mal acostumbrado el PP ceutí, delvolviendo hasta ahora silencios frente a sus exacerbadas críticas. En realidad, la posición del PP ceutí era la de la responsabilidad frente a la del cómodo oportunismo, pero él no lo entendió así, creyendo que era un peaje que el PP tenía que aceptar sin  más. Craso error, el de confundir reaponsabilidad con miedo.

Hace muy poco le vimos en el despacho de Albares, hablando de la Aduana Comercial, y deslizó algo que no había estado en la agenda de nadie: la apertura del paso de Benzú.

Seguro que en nunguno de estos actos de propaganda, anidó en su mente obtener rédito electoral, ni tampoco cuando se reune con el delegado del gobierno, su asesor hasta hace nada, para hablar del follón que ha formado el psoe con las bonificaciones en las cuotas de la seguridad social de nuestras empresas.

Lo cierto es que para querer ocupar el puesto de Vivas, hay que ser Vivas y, además, ser la lista más votada en unas elecciones. Pero vamos por partes. Porque está bien que Gutiérrez quiera marcar distancias frente al PP de Vivas, pero lo que llama la atención es su manera. Un ejemplo son sus visitas a diferentes zonas de la ciudad, en las que promete intervenciones de tal intensidad que ni con todo el presupuesto de la ciudad se podrían ejecutar. Pero, claro, las promete con la condición de que le voten. No hay lugar al que vaya en el que el gobierno de la ciudad no haya intervenido, esté interviniendo o haya preparado ya la actuación, y él, que lo sabe, se adelanta a prometer lo que sabe que se va a hacer. Respecto de lo no programado, su posición es aún más incoherente, porque cuando uno vota a favor de los presupuestos de la ciudad, está votando a favor del plan de inversiones que forma parte del presupuesto. Pero eso, cuando se va por la vida de superconseguidor, no tiene importancia. Para él, su compromiso con aquellos a los que anuncia obras y proyectos está al margen, como si no tuviera nada que ver, con lo que de verdad vota en los plenos: que son las obras que tienen financiación en el presupuesto que él acaba de apoyar. Pecata minuta. Igual que lo de ofrecer más cargos que ciudadanos hay en Ceuta. ¡Qué más da!

Da igual que el gobierno de España acredite la excelente gestión de los fondos europeos en Ceuta. Como hay paro la gestión hay que criticarla. Pero no se da cuenta de que el pais con más paro de Europa es España y que quien gobierna es el PSOE y que Ceuta es parte de España y que la política de empleo es estatal.

Da igual que Vivas esté pidiendo mayor control fronterizo, con la exigencia permanente de visado para cualquier ciudadano no europeo comunitario, porque él, atendiendo el interés electoral que le auguran unos pocos, pide, sin encomendarse a nadie, que se reabra un paso sin control y sin estatus legal como es el antiguo paso de Benzú.

Ahora la ha tomado contra Vivas por la mesa del diálogo social, atribuyendo al Presidente torcidas intenciones.

Si el Presidente Vivas hubiera querido actuar con deslealtad, sólo por la pifia del PSOE en el asunto de las bonificaciones en las cuotas empresariales a la Seguridad Social, hubiera puesto el grito en el cielo, utilizando calificativos como los que Gutiérrez le dedica diariamente: nefasto, agotado, abandono, etc y muy etcétera. O hubiese tirado a la cabeza del Gobierno de España el fracaso escolar en Ceuta, pero frente a esa actitud ha opuesto la contraria: colaboración y cooperación para superar esa barrera, poniendo muchos más medios para ayudar a nuestros jóvenes en su formación, que los más de veinte ministros del PSOE.

Juan Gutiérrez no debería tirar por tierra el crédito que le ha dado apoyar al gobierno de la ciudad cuando Ceuta estaba viviendo sus peores momentos. Es legítimo querer sustituir a Vivas, pero la mejor manera no es con marrullerías y trafullas  impropias de quien aspira a ocupar un puesto de importancia.

Vivas representa por derecho propio la estabilidad, la solvencia, la fiabilidad y la sensatez. Y el compromiso de igualdad de oportunidades para todos los ceutíes, vivan donde vivan, piensen como piensen y recen a quien recen. Todo eso se resume en una sola palabra: "libertad".