Luisa Parques

El último triste fallecimiento en la frontera nos debería hacer reflexionar, cosa que en esta ciudad hacemos bien poco, sobre todo cuando afecta más a una zona que muchos pues no han pisado en su vida. Esta nueva tragedia ya no es solo la gota que colma el vaso sino, el mar entero creando un tsunami, la necrológica de un futuro que muere antes de aprender a caminar. Estamos observando prácticamente  un hecatombe fronterizo, del cual, directa o indirectamente, estamos siendo cómplices pasivos muchos y otros muy activos.

Un lugar que debería de ser cielo abierto, en cambio siempre llueve, sí, la triste realidad es esa y encima tenemos la desfachatez de llamarla frontera, término que por cierto es definido como: línea convencional que marca el confín de un Estado y/o país y no como lid campal promovida por la desesperación de muchas personas y la incapacidad de los encargados de establecer el orden en esa zona, fomentando así, por muy surrealista que parezca, nuestra indiferencia (por si fuera poco ya sabéis).

Bueno a lo que iba…

Leer cada día una noticia sobre el caos que se vive allí que realmente es aquí aunque no lo parezca, está colapsando mi capacidad de digerir desgracias locales, es que… ¿no nos damos cuenta de que ni siquiera nos da tiempo a asimilar una muerte y que sus familiares la entierren  cuando ya se está liando de nuevo? Y digo yo ¿tampoco se dan cuenta los SEÑORES RESPONSABLES que su capacidad de afrontar situaciones como estas es simplemente nula? Es que es ridículo, anómalo, grotesco llamadlo como queráis pero no es normal y mucho menos serio y por supuesto "cero" profesional, y de factible o viable ni hablemos.

Aquí aprobamos con destacable nota la  impasibilidad de la mayoría. Reafirmo lo que leí hace un tiempo “esto era un país tan pobre que gritaba más un gol que una injusticia” y desafortunadamente es una frase que nos viene como anillo al dedo en España y sobretodo en esta pequeña ciudad clascista, que aquí somos bastante exigentes  y selectivos cuando se trata de seres humanos.

Porque aquí donde yo nací y donde resido, la gente por desgracia primero pregunta de dónde eres, dónde vives y luego ve si te da la mano o no para ayudarte  y si no nos interesas naaah, no pasa nada, te colocamos en el último lugar de prioridades y solucionado ya tendremos tiempo de salvarte la vida, pero si mueres, si mueres  lo siento, nos dará mucha pena daremos nuestro pésame por Facebook a tus familiares y luego todo muy "ok", habremos cumplido y  así cada día hasta que nos toque de cerca, ahí sí, ahí es cuando nos pondremos nuestra capa de salvadores locales, esa que teníamos guardada y bien planchada en el armario reservada hasta que ocurra algo “grave” y en ese momento saldremos a exigir derechos, sí, también lo sabemos (aaaaay  que nos subestimas hombre de poca fe jajaja) será tarde pero no importa quedaremos genial… Sigamos así con esta actitud pasota señores, todo está bien, que digo bien esta todo fenomenal, perfecto, insuperable!!!! 



Fd: Una ciudadana del mundo que criaron con la frase 'díganse hombres y ya se han dicho todos los derechos'. Y ahí lo dejo.

reja frontera mano