José Antonio Carbonell

Ya hemos visto que hay algunos que son capaces de decir lo que sea para seguir chupando. Después de todas las calumnias que se han dicho sobre el próximo presidente de la ciudad, amanecemos hoy con más mentiras en un periódico que está machacando día a día.

Es un linchamiento sin pudor, a muerte. Una persecución vergonzosa que lo que hace es desviar la atención de los problemas reales de Ceuta, que son muchos y vergonzantes. El desempleo juvenil, la sanidad, la pobreza, la inseguridad, y así un largo etcétera.

Esta campaña difamatoria ya ha traspasado los umbrales, superado todos los límites esperados por quienes no quieren ver a Guerrero como presidente. Yo personalmente opino que esto debería salir en todos los medios nacionales y que desde la península conozcan lo que aquí se está maquinando contra el doctor.

Estos que atacan sin pudor deben ser castigados por sembrar tantas mentiras. Esto no puede quedar impune. El miedo ha hecho que veamos la verdadera cara de los que están al mando en Ceuta. Hemos superado una pandemia que prometía que tras ella seríamos mejores personas. Pero no, el que era malo, ahora es peor.

Se está haciendo un juicio mediático. ¿Dónde está la objetividad del periodista que escribe estas mentiras?

¿Dónde está la presunción de inocencia?

¿Acaso el que escribe es juez para sentenciar?

Hay que pensar en la familia y en el sufrimiento que ello conlleva y que no todo vale. Se está demostrando que muchos están muertos de miedo porque Vivas está a punto de perder en las urnas.

El tiempo es un juez tan sabio que no sentencia de inmediato, pero que finalmente da la razón a quien la tiene.