- Los españoles hablamos muy claro el pasado domingo día 20 de diciembre, decidimos que era el momento del dialogo, del consenso, sin líneas rojas, para llegar a un acuerdo en beneficio de todos y todas las españolas, pero un dialogo en el que no se discriminase a la formación política que obtuvo la confianza mayoritaria de la ciudadanía.

Nadie puede obviar que el Partido Popular cosechó 7.215.000 votos frente a los 5.500.000 del partido socialista, que los candidatos populares vencieron en 15 de las 19 autonomías, en 41 circunscripciones, mientras los candidatos socialistas vencieron tan solo en 6.

A pesar de todo ello, el candidato a la presidencia del partido socialista, Pedro Sánchez, busca a la desesperada acordar un programa de investidura con toda la izquierda radical que, de llevarse a cabo, supondría, en primer lugar, una traición a los siete millones largo de españoles y españolas que apoyaron al Partido Popular. Un acuerdo de gobernabilidad que supondrá un aumento brutal del gasto público a costa de los contribuyentes y de las pequeñas y medianas empresas como ya sucedió en la etapa anterior de desgobierno socialista.

Al mismo tiempo, los negociadores del líder socialista prosiguen sus negociaciones con la formación naranja, Ciudadanos, cuyo programa electoral es diametralmente opuesto al de la izquierda radical y secesionista. No es posible hablar de la plurinacionalidad con unos y de la unidad de España con los otros. No es posible hablar del contrato único con unos y de la derogación de la reforma laboral con otros. No es posible hablar de bajar algunos impuestos con unos y de subirlos todos con otros. La incoherencia ideológica de Pedro Sánchez está a la vista de todos.

España necesita un Gobierno estable sustentado en una amplia mayoría social con urgencia. Los desesperados intentos de Sánchez por convertirse en Presidente a cualquier precio sólo nos puede llevar a un Gobierno maniatado por Podemos y los secesionistas o a unas nuevas elecciones. Sin ninguna duda, este país necesita seriedad, diálogo, compromiso y mucho sentido común para conformar un Ejecutivo constitucionalista encabezado por el ganador de las elecciones. Es lo que quieren la inmensa mayoría de españoles y españolas. Por todo ello, el Partido Popular no apoyará ni por activa ni por pasiva un Gobierno de perdedores, pero sí planteará un acuerdo que continué con las reformas y otorgue estabilidad al país..